Thursday, February 15, 2007

Efectos secundarios ( 2 )


Atravesaron el habitual torbellino en que se convertía el comedor de la oficina a la hora del descanso, Rosi con su formidable humanidad y su pelo rojo fuego delante rugiendo a diestro y siniestro, Sara resguardada a su espalda dejándose llevar.
- Tengo que decírtelo -le dijo su compañera cuando por fin encontraron una mesa libre-, me jode, pero con mayúsculas, estar haciendo mi almuerzo de régimen de 400 calorías de porquería y seguir todavía comiendo más que tu... ¿solo vas a tomarte esa taza de café?
Sara sonrió meneando la cabeza y no dijo nada. Rosi agarró el sandwich de pavo como si se tratase de un objeto contundente y antes de morderlo, preguntó:
- Bien, escúpelo, de qué se trata...,
- ¿...?
- Si, no pongas esa cara. Por alguna razón tienes hoy una sonrisita de satisfacción que no me puedo explicar, a pesar de la bronca que te ha echado el jefe por llegar tarde y de la mañana que nos han dado esos cabrones del servicio extranjero... A mi no me engañas, te ha pasado algo...
Ella se ruborizó un poco antes de decir en voz baja, inclinándose sobre la mesa hacia su compañera:
-...vale... es una locura... no tiene pies ni cabeza... pero esta mañana, en la estación... he conocido a un hombre...
- ¿Y esa es la buena noticia? Los hombres pululan por ahí desde hace siglos y ninguno me ha dado aún motivos de alegría. De qué estás hablando, que quieres decirme...-de pronto Rosi interrumpió el proceso de masticación y dilató cómicamente los ojos- ¡Cielos! ¿Que tengo que pensar , Sara? ¿Que tengo que pensar?... ¿Te lo has montado con un tío en los lavabos de la estación?...¡Oh Dios, que sucio, me encanta! ¡CUENTAMELO TODO!
Sara tuvo que reirse antes de contestar:
-...no me lo he montado con nadie, es solo... coincidí con ese hombre allí y... no sé... creí que le conocía ya, y el también creía conocerme a mi. Fue breve y mágico.
Rosi resopló y abandonó el sandwich mordisqueado sobre la mesa.
- Oh... vaya...
- Te lo juro, fue así...
-...menuda mierda, Sara. Me parece estar viviendo una puta película de Meg Ryan, y ya sabes lo que pienso de las películas de esa tía... joder, Sara, si hasta te pareces a Meg Ryan... ¿y cual sera el siguiente paso? ¿echar un polvete en lo alto del Empire State Building?
-...no seas borde, Rosi...
- ¡Por lo menos dime que estaba bueno!...Cristo Jesús,tú, la madre y esposa perfecta,con un pie en el adulterio. Todos mis principios se tambalean... ¿tomamos un helado?... este estrés emocional me pide un extra de calorías...
(...)
Ben vivía en una pequeña casita con un poco de jardín alrededor en uno de los pocos pueblos próximos a la ciudad que aún conservaban un poco de tranquilidad. Cuando llegó había parado de llover y el sol asomaba de vez en cuando entrelas nubes oscuras. Encontró a Michael de rodillas en el suelo con su uniforme de "trabajar-el-jardín" (unos pantalones vaqueros viejisimos y una vieja chaqueta del ejército)escarbando con una pequeña pala en el suelo.
- Estoy plantando bulbos de narcisos -le explicó al verle de pie en el sendero de entrada-...hola...¿que pasó? ¿perdiste el tren directo?
- Ajá -dijo Ben antes de agacharse para besarle brevemente- Ese cerdo de la editorial me ha tenido una hora esperando a la puerta de su despacho, no sé que pretendía demostrarme...
Una vez más pensó que todo en Michael le recordaba el verano: los ojos claros como un cielo de Junio, el cabello del color del trigo maduro y una piel suave y dorada que hablaba de la playa y el mar. Su sonrisa era hermosa cuando se levantó y, pasándole un dedo lleno de tierra negra por la mejilla, le preguntó:
- Que te pasa, chico guapo, traes la mirada iluminada. ¿Te han aceptado la novela así sin más?
- No, ya sabes, van a estudiarlo y tal... no, no es eso...
- ¿Entonces, cual es la buena noticia?
Era tan absurdo que se lo dijo sin más.
- He conocido una chica mientras hacía el transbordo...
Michael ríe pero aprecia en sus ojos una leve sombra de desconfianza.
- ¿Una chica?... ¿y?... ¿te has enamorado?
Ben le da unos fingidos puñetazos en el costado antes de abrazarle un momento.
-...idiota...no, pero ha sido extraño, la ví mirándome y pensé... no sé, que la conocía desde siempre...pero no me hagas caso, son tonterías mías, ya sabes como funciona el cerebro de los escritores, siempre buscando historias por todas partes -agarró por la cintura a Michael y, atrayéndole un poco hacia sí mismo le susurró- ...oye, porqué no vamos dentro y hacemos algo de desayuno...necesito calentarme un poco...
- Eso está hecho -rió Michael, y entraron juntos y enlazados a la casa-.
Continuará

4 comments:

Anonymous said...

casualmente he entrado en tus blogs y me gusta como sientes y tambien comparto muchos de tus gustos.
para mi hubo un antes y un despues de BBM.
por favor te importaria enviarme tu e-mail.
el mio: alvarosino13@hotmail.com
un abrazo

Ana desde el Sur del Mundo said...

Mi ángel... este corazón me está haciendo reir, sonreir, sonrojar, entrecerrar los ojos disfrutando la calidez de un relato tan... mágico...
GRACIAS...
ME ENCANTA..!

Sigo con mi taza de café, Pepper aún protesta... ahora es porque el clima ha cambiado y está el aire más fresco... ;-) El día se deshace y se ovilla uno nuevo en esta noche fresca... nada ha cambiado, sin embargo... me siento plena ¿la diferencia? sencillamente: VOS.

Besotes, desde este día lluvioso...

hermes said...

Angel, me tienes espectante y encandilado con el relato, vuelves a tus mejores momentos,

Un abrazo.

El César del Coctel said...

Hola, debo decirles que esto me gusta mucho.... ya vuelo a leer el próximo.

Abrazos