...como no recordar con cariño este viaje-culebrón en el que hubo sobre todo tantos amigos compartiéndolo conmigo. No creo que "El viaje de Lureen" aporte nada a la historia de la literatura contemporanea, pero ¡cuanto amor me reportó a mi!Desde aquí, a todos los que seguis conmigo, a los que se han ido quedando por el camino, gracias por todo ese amor, esteis donde esteis...
EL VIAJE DE LUREEN ( 1ª PARTE )
"Había llegado al colegio de su hijo antes de lo previsto y llevaba un rato apoyada en el coche retocándose el maquillaje, intentando ignorar las miradas de los otros grupos de madres que como ella esperaban la salida de los chicos. Desde la muerte de Jack aquello se había convertido en algo habitual, como si todo el mundo estuviese al tanto de un secreto que a ella le hubiesen olvidado contar. No se consideraba una mujer que se dejase influir por la opinión ni los comentarios de su prójimo, pero estaba llegando a unos límites en los que empezaba a plantearse tomarse una temporada de vacaciones, marcharse de allí con el niño y dejar que las aguas volviesen mientras a su cauce.
"Quizás en alguno de esos pueblecitos de la costa. Pasaremos un par de meses comiendo almejas y tomando el sol..."
Había logrado abismarse tanto en sus planes y pensamientos que no se dio cuenta de la figura masculina que tenía a su lado carraspeando para llamar su atención.
- ¿Señora Twist?
Ella le miró de arriba a abajo sin abrir la boca, un individuo perfectamente anónimo la sonreía de un modo que pretendía ser amistoso pero que en realidad intentaba camuflar sus verdaderas intenciones, se dijo.
Evidentemente él la conocía porque no esperó su respuesta, le mostró unas acreditaciones policiales y continuó:
- Verá, quisiera hacerle unas preguntas sobre la muerte de su esposo.
El cielo estaba muy azul y el sol llegaba a molestar. Notó de pronto la frente y las axilas húmedas, rebuscó en su bolso y sacó un pequeño pañuelo con el que secarse el sudor.
- No sé que quiere que le diga. Mi marido murió en un accidente en la carretera. ¿Que tiene que ver la policía con eso?
- Lo sé. Pero ahora hay quien tiene interés en que el asunto se investigue. Alguien sospecha que su marido podría haber sido asesinado...
Lureen rió aunque no deseaba reir en absoluto.
- Eso es absurdo. ¿Quien iba a desear matar a Jack? Me gustaría saber quién busca hacer una película de todo esto.
Había levantado un poco el tono de voz y se percató de que los corrillos de madres guardaban ahora silencio intentando captar algo de la conversación. El policía también lo notó porque la dijo casi al oído:
- Si lo desea nos alejaremos un poco y seguimos hablando sin tantos curiosos...
- No quiero ir a ningún sitio -contestó más nerviosa de lo que quería reconocer- Estoy esperando a mi hijo y en cuanto le tenga conmigo cogeré el coche y nos iremos a casa. No tengo nada que hablar.
- Qué le parece entonces sí les espero yo en su casa y continuamos esta charla allí...
- Le he dicho que no quiero continuar la maldita charla...
- No le estoy preguntando si quiere o no quiere hablar, señora Twist. Se ha abierto una investigación policial y es su obligación colaborar. A fin de cuentas se trataba de su esposo...- Lureen se quedó callada, con los labios temblándole casi imperceptiblemente. El policía aguardó unos segundos más y finalmente concluyó- Bien, entonces la esperaré frente a su casa.
No se volvió a verle marcharse, se quedó con la vista fija en la esquina superior del edificio de la escuela, como si justo en aquel punto se encontrasen las respuestas a todas las cuestiones que como un remolino giraban dentro de su cabeza.
¿Quien estaría interesado en volver a airear todo aquel asunto de repente? ¿Porqué no dejaban a su marido descansar tranquilo? Ella no quería saber nada, no quería enterarse de si había muerto asesinado o si fue en ese accidente estúpido, no le importaba si había o no culpables, sólo deseaba olvidar poco a poco y seguir viviendo...
...recordó la conversación con su padre tras el incidente del día de Acción de Gracias. Sabe Dios que agradeció más que nadie el que alguien pusiese en su sitio al viejo alguna vez y que fuese Jack el que lo hiciese la llenó de orgullo. Aunque su madre nunca había dicho ni una palabra sobre su matrimonio ni su marido, ellas habían llegado a comunicarse subliminalmente con gestos y miradas, y sabía lo que ella le decía sin abrir la boca:
“Este hombre no te quiere, Lureen. Este hombre...¿quién es este hombre?”
Aquel día tampoco dijo nada a su madre, pero su mirada descargó un “ ves, mamá no es ningún imbecil ni un descerebrado sin voluntad. Es mi marido, el hombre de mi casa. Qué tienes que decir ahora...”
Su madre no dijo nada, pero en sus ojos vió que continuaba sin entender a Jack Twist, y que mientras no lo hiciera no podría aceptarle como hijo.
“Y quien entiende a Jack Twist”, pensó ahora con un suspiro.
Jack. Unos ojos azules. Una noche de locura. Desde que se casó con Jack él cumplía sus obligaciones como marido y como socio, pero siempre tenía la sensación de tener allí un trabajador contratado por horas que se limitaba a cumplir con lo suyo...
...claro que se reía con él, era buen compañero, hacían el amor una vez a la semana y a ambos les bastaba, el niño le adoraba y ella valoraba que respetasen mutuamente sus decisiones y su libertad sin dejar de apoyarse y comprenderse. Era casi el matrimonio perfecto... pero...
...pero en Jack había un rincón, en sombras, como la esquina de una habitación a la que no llega la luz del sol...
“...Ennis del Mar...”
Con ese nombre vino la charla que su padre la dio un tiempo después de la bronca del pavo.
- Lureen , estás segura de que Jack te es sincero...
- Pues claro. Jack es transparente como un vaso de agua. Si me engañase lo vería la primera...que diablos, me lo diría él mismo..
Detestó el brillo malicioso que vió en los ojos de su padre.
- ¿Estás segura con respecto a él?...no sé...¿creees que puede hacer... estar haciendo... algo inmoral?
- Papá, ya está bien. Es el padre de mi hijo y no te voy a permitir que...
Su padre se inclinó sobre ella y la sombra que adivinó en su mirada le hizo sentir escalofríos, tuvo que hacer un esfuerzo para no apartarse de un salto.
- Lureen... hay gente por aquí... mucha gente, buenos cristianos... defienden los viejos y buenos principios... A ellos no les gusta lo que Jack está haciendo. La chica de ese Randall ha estado diciendo cosas, montó un buen espectáculo -el sonrió y ella reprimió el horrible deseo de escupirle en la cara- ... Lureen, ya sabes de lo que te hablo. Debes pedirle a Jack que se ande con cuidado... vaya, quizás sería una buena idea que desapareciese por un tiempo, ¿qué piensas?...
...ahora repentinamente mareada tuvo que morderse el labio inferior y respirar hondo para no vomitar delante de todas sus vecinas.
Un timbre sonó a lo lejos y enseguida empezó a escucharse la algarabía de los chicos abandonando las clases.
Sacó una vez más el espejo para retocarse el maquillaje porque se sentía blanca y temblorosa como un papel.La sonrisa de Jack Twist parpadeó un momento ante sus ojos, irguió el busto y compuso una sonrisa a la espera de su hijo. "
EL VIAJE DE LUREEN ( 2º PARTE)
"Unos minutos después conducía el vehículo con su hijo en el asiento trasero contandole a voz en grito todo lo que le había ocurrido aquella mañana en el colegio.
Lureen conducía seria, diciendo de vez en cuando "sí cariño" mientras pensaba varias cosas a la vez... pensaba en que el chico no parecía acordarse de Jack ni un momento, hacía su vida de chico sin preocuparse de nada ni de nadie. A veces ella sentía deseos de hablarle de su padre, de preguntarle si le recordaba, si le echaba de menos, si al menos sabía donde estaba, pero después se mordía la lengua y seguía callada.
"Quizás es un mecanismo de defensa de los niños. Quizás realmente él le ha olvidado, o cree que está de viaje en algún sitio, o que volverá algún día... no sé lo que puede pensar, pero tampoco quiero preguntarle, parece tan feliz..."
La actitud de su hijo acentuaba la sensación de irrealidad que se apoderaba de su vida desde la muerte de Jack, de repente parecía como si nada hubiese sucedido, como si nunca hubiese estado casada, la gente nunca la preguntaba "qué tal lo llevas, Lureen" ni nada parecido, nadie parecía darse cuenta del poco tiempo que hacía que se había quedado viuda, todos la trataban más bien como si hubiese pasado una gripe y ya estuviese recuperada. Esa actitud general la hacía pensar en algo oculto, en cosas y situaciones que se movían en la oscuridad, detrás de ella. Empezaba a mirar con desconfianza a sus vecinos, a la gente con la que siempre había convivido, con la que había coincidido en los bailes de la comunidad, en las bodas, los bautizos, los funerales, las fiestas y las celebraciones locales... eran las mismas caras pero sin embargo no eran los de siempre. Ahora la visita del policía no había hecho más que acrecentar ese sentimiento de... ¿como llamarlo?... de oscuridad, esa era la palabra. Sentía oscuridad a su alrededor, oscuridad oculta dentro de las casas y de la gente, y el breve encuentro con aquel hombre había terminado por poner su mundo del revés.
¿De verdad podían haber matado a Jack? ¿Alguna de esas buenas personas que veía a diario podía saber qué había ocurrido de veras? ¿Alguna de esas personas podía ser el asesino de Jack?
Frenó el coche de repente, abrió la puerta y se inclinó sobre la cuneta, notando una arcada subir por su garganta.
- Mamá, estás malita...
- No cariño... estoy un poco mareada, no es más que eso...
"Quizás sí me ha sentado algo mal. Quizás es más que mi imaginación."
Tomó aliento unos segundos y luego condujo muy despacio el breve trecho que le separaba de la casa, con el niño ahora silencioso observándola con carita de preocupación. Hizo un esfuerzo por sonreirle a través del retrovisor, luego vió al policía esperándola junto a la puerta y la sonrisa se le esfumó.
Bajó del coche a toda velocidad, cogió las cosas del chico y le llevó de la mano por el sendero de entrada hasta la puerta de casa, allí le dió su cartera y le dijo:
- Mamá va a hablar un momento con este señor, entra y ponte un vaso de leche, ¿vale?
El niño entró corriendo en la casa sin decir nada. Entonces Lureen se enfrentó al hombre con los brazos cruzados sobre el pecho y gesto decidido.
- Bien, no tengo mucho tiempo ni gran cosa que decirle, así que no voy a molestarme en hacerle pasar dentro. Qué es lo que quiere decirme.
El hombre sonrió un poco antes de decir:
- No soy su enemigo, señora Twist. Solo tengo interés en que este caso no quede impune.
- ¿Impune?... No sé si lo sabe, pero mi marido falleció en un accidente de carretera.
- Alguien encontró este cartel tirado en la cuneta, muy cerca de donde fue hallado el cadaver de su marido. El papel tiene dos grapas manchadas de sangre que muy bien pudieron estar clavadas en el cuerpo de su esposo.
El hombre sacó del bolsillo un papel arrugado y sucio que estaba a su vez guardado en una bolsa de plástico. Lo desplegó y lo puso delante de los ojos de Lureen.
"MARICON"
- Está escrito con sangre, que probablemente puede ser del señor Twist. ¿Qué le parece? ¿Qué me dice ahora sobre ese accidente?
Lureen había retenido la respiración y tardó unos interminables segundos en recobrar la capacidad de tomar aire y decir:
- ...porqué sale esto ahora. Nadie me dijo nada de esto cuando encontraron el cuerpo de Jack. Porqué me viene ahora con esta... esta mierda...
- Como le dije, alguien tenía la sospecha de que su marido podía haber sido asesinado. Se hizo un rastreo más exhaustivo de la zona y encontramos el cartel, a un centenar de metros del lugar donde apareció el cuerpo. Puede usted suponer que esto quiere decir dos cosas: que el mismo asesino o asesinos retiraron esto del cuerpo de su esposo y lo tiraron lejos, lo cual parece poco probable porque la intención del cartel en cuestión parece ser el explicar el motivo del crimen. O sino, lo cual es bastante más grave, que alguno de los policías que recogieron el cadaver se encargaron de hacerlo desaparecer para encubrir el asesinato como un accidente. Eso supondría que hay más gente implicada en esto de lo que uno se piensa. -el hombre hizo una pausa para estudiar el rostro de Lureen, que tenía la vista en el suelo y el dorso de la mano contra la boca- Comprende ahora mi interés en hablar con usted...
Ella meneo la cabeza negativamente a punto de echarse a llorar.
- Esto... esto es una pesadilla... No puede ser real. Quién querría hacer algo así... Jack era un buen hombre, no tenía enemigos.
- ¿Y el cartel?...¿Que me dice del cartel? ¿Cree posible que el señor Twist tuviese relaciones homosexuales?
"Ennis del Mar" volvió a decir la voz en su cabeza, y volvió a negar.
- Yo... no sé, ya no estoy segura de nada. Es más, no quiero saber nada. Si quiere que declare lo haré, si quiere que me presente ante un juez a decir que no sé nada lo haré. Pero no me siga preguntando cosas que ni puedo ni quiero contestar. Quiero dejar a Jack Twist descansar en paz. Aunque solo sea por mi hijo.
El policia la contempló pensativo unos instantes antes de decir:
- No muestra usted una actitud muy razonable, pero está bien. Lo dejaremos por ahora.
Aunque tenga presente que probablemente volveré, ¿de acuerdo?
Lureen se cruzó de brazos y no respondió. El hombre empezó el camino hacia su coche pero pareció pensarlo mejor, dió media vuelta y preguntó:
- Una cosa más, en relación a mi última pregunta. ¿Conocía usted a los amigos habituales del señor Twist? ¿Sabía de algún amigo que fuese..."especial" para él?
Otra vez el nombre de Ennis cruzó su mente como un rayo.
- No conozco a nadie. Pero le voy a hacer yo una sugerencia: ¿porqué no le pregunta eso a la persona que tan interesada está en investigar la muerte de Jack? Debe conocerle muy bien, lo bastante al menos como para relacionarle con ese horrible cartel que usted me ha mostrado hace un momento. Vaya y pregúntele.
- Quizás lo haga -respondió el otro con una sonrisa-. Muchas gracias por su tiempo, señora Twist. hasta la vista.
Cuando Lureen cerró la puerta a su espalda jadeando como si hubiese venido corriendo desde el colegio, tenía dos cosas muy claras: La primera, que era Ennis del Mar quien estaba removiendo todo aquello. Y la segunda que si podía, iba a dar con él antes de que todo saliese a relucir y alguien publicase en el diario local que Jack le era infiel con algún rudo muchachote.
"Vamos a tener una charla tú y yo, Ennis del Mar. Hablaremos sobre pesca, sobre ovejas y sobre la jodida montaña Brokeback."
No quiso esperar porque las cosas podían precipitarse. Aquella misma noche salió sola en su coche con un pequeño equipaje preparado, lo justo para pasar un par de días fuera, pero antes pasó para dejar al niño con su abuela.
- Tan grave es el asunto como para que tengas que irte en plena noche? -le preguntó su madre con gesto inexpresivo-.
- Lo es. Pero no me pidas ahora que te cuente nada, hablaremos cuando vuelva. SI todo va bien no estaré fuera más de dos o tres días- se acuclilló para dar un beso a su hijo- Se bueno, no des guerra a la abuela y mamá te traerá algo cuando vuelva.
Despues besó brevemente a su madre y iba a despedirse cuando ella la sujetó por la muñeca.
- Se trata de él, ¿verdad?
Lureen no dijo nada pero aguardó un instante.
- ¿Hay algo... anormal en su muerte?
Una vez más pesó más lo intuido que lo dicho y Lureen se sobresaltó.
-No lo sé, mamá... Dímelo tú.
- No, yo no tengo nada que decirte... sabes que no me gusta hablar por hablar, y ... si no estoy segura prefiero no decir nada.
- No me vuelvas loca -susurró Lureen interponiéndose entre el niño y su madre para mantenerle un poco al márgen de aquella conversación- De qué no estás segura.
Ahora su madre empezó a retorcerse las manos con los ojos brillantes.
-...tu padre nunca me dijo nada, yo no sé nada, pero hasta justo antes del accidente estuvo recibiendo visitas de gente extraña...también llegaban cartas...
-...cartas...
- Algo llamado la Liga de la Decencia Blanca...
-...Santo Dios...
- ...después todo cesó de repente, las visitas, las cartas, todo... pero tu padre está muy mal, le cuesta dormir por las noches y apenas come, tengo miedo de que caiga enfermo, algo le está volviendo loco y yo no sé como puedo...
Lureen se cubrió los ojos con las yemas de los dedos, como si intentase borrar las oscuras imágenes que se formaban en su retina a medida que su madre hablaba.
- Me está diciendo que papá tuvo algo que ver en la muerte de Jack...
- Lureen no, yo creo que las cosas se le fueron de las manos, que nunca creyó que todo aquello que puso en movimiento fuese a llegar tan lejos... Yo solo tengo sospechas, pero si ahora tú me dices que algo raro pasó con la muerte de Jack, entonces...
El niño empezó a llorar y se volvió hacia él, abrazándole.
- Pero qué te pasa. Mamá volverá pronto, ya lo verás.
Le apretó unos instantes contra sí, tratando de retener un poco de su aroma y su calor contra el pecho que ahora sentía helado. Luego se encaminó despacio hacia la puerta mientras su madre sollozaba también y cogía a su nieto de la mano.
- Lureen, hija...
Ella se detuvo con un pie en la calle.
- Como vamos a vivir con esto, mamá... Como vamos a hacerlo...
Luego montó en su coche y salió disparada, sumergiéndose en la noche.
"A Riverton"...
EL VIAJE DE LUREEN ( 3ª PARTE )
Maldito sea si lo se pero cuando he hecho cosas como "copiar-pegar" ha salido el texto azul y subrayado...
Rsumen de lo publicado:... en fin, Lureen en busca de una verdad que quizás intuye desde hace tiempo, va a Riverton en busca de Ennis del Mar. ¿Qué pasará?... En estos casos se dice: ta-ta-chán... ( la música )
Se dirigía al único lugar por el que se le ocurría empezar, Riverton, de donde llegaban aquellas brevísimas cartas de Ennis del Mar proponiendo nueva fecha para otra excursión de pesca. Ahora de pronto no sabía que era lo que esperaba encontrar, que era lo que aquel hombre podría decirle, en que iba a poder ayudarla. Sentía que su mundo se rompía a cámara lenta en miles de pedacitos, de un modo irreversible, imposible de arreglar. Y aunque lograse reunir y pegar la mayoría de aquellos trocitos, nunca sería lo mismo.
A fin de cuentas ahora lo que menos importaba era si Jack era o no era homosexual, pero si había sido asesinado, si vecinos suyos habían tenido algo que ver, si su padre era el que había puesto a aquellos locos bajo su pista... ¿como iba a poder seguir allí? ¿Como continuar viviendo y criando a su hijo en aquel sitio?
En un momento dado detuvo el coche a un lado de aquella carretera recta e interminable y durmió un rato con el asiento reclinado hacia atrás. En sus sueños vió a Jack el mismo día que se conocieron, aquel día luminoso y colorido del rodeo, y dormida sonrió contemplando susojos azules.
Cuando despertó aún brillaban las estrellas pero una ligera claridad en el horizonte avisaba de la inminencia del amanecer. Reemprendió ruta con la desagradable sensación de esos días en que uno debe madrugar demasiado sin haber dormido lo suficiente, contemplando la paulatina claridad del día con frío y desolación. Los cielos en aquel lugar parecían descomunales, la hacían sentirse desvalida y pequeña, anulada por el azul inmenso que parecía abarcarlo todo desde los cuatro puntos cardinales y aquellos grandes nubarrones blancos y grises que rodaban sobre ella como monstruos de pesadilla..
Con estos sentimientos tan negativos llegó a Riverton, y lo encontró tan pequeño y poco atractivo como esperaba: casas bajas, calles mal cuidadas y personas con gestos hoscos que no parecían aguardar nada bueno del día que empezaba. Aparcó en el primer lugar que encontró y luego siguió caminando, uniéndose al deambular de los pocos seres humanos que veia por allí. Necesitaba una ducha, cambiarse de ropa, quizás dormir un par de horas en una cama limpia, pero sobre todo necesitaba...
"Un café... Un café y puede que algo sólido... ¿Cuanto tiempo llevo sin comer nada?"
No le costó mucho encontrar una cafetería de aspecto deslucido, en la que cada cosa de su interior parecía hecho de plástico muy usado, incluidos los alimentos y la camarera.
Se dejó caer en una silla junto al ventanal que daba a la calle, y a pesar de todo, de la funesta decoración y de las miradas que la dedicaron unos cuantos ancianos que estaban sentados en la barra, con todo y con eso agradeció la temperatura agradable y el poder sentarse allí con los ojos cerrados, relajando todos los músculos del cuerpo.
- Bienvenida a Riverton, señora -oyó decir a la camarera pasado un tiempo no determinado. Utilizaba un tono un poco más chillón de lo normal, quizás pensando que estaba dormida-. ¿Quiere tomar algo?
Despegó con cierto esfuerzo los párpados y contempló el pelo rubio cardado y las manchas de colorete en las mejillas. La chica llevaba un uniforme corto a rayas poco favorecedor y en él una chapita que decía: "Llámame Nancy".
- Gracias, eh... Nancy -ella sacó pecho orgullosa de que el truco de la chapita funcionase y Lureen empezó a preguntarse si estaba despierta o si en realidad seguía dormida en la cuneta- De momento una taza de café bien caliente.
- Le recomiendo nuestra tarta de manzana, hecha esta misma mañana. Aún estará calentita, jijiji.- pudo descubrir en este siguiente intercambio de información que el tono de voz no era forzado, era simplemente así-.
- De acuerdo, tarta también.
- Maaarchando. ¡ Lizzzy ! ¡ Una de tarta ! ¡ Lizzy ! ¿ Me has oído ?... ¡ Lizzy porqué no contestas maldita sea !
Lureen pudo evadirse del griterío que siguió entre la camarera y la cocina cerrando nuevamente los ojos, hasta que oyó caer algo ante ella con un sonoro "ploc". Era Nancy con su tarta y su café.
- Listo su pedido.
- Gracias.
Transcurrieron unos segundos sin que la chica se moviese de su lado y Lureen pensó erroneamente que esperaba a que probase la tarta y le diese su opinión. Un breve vistazo al plato le demostró que no había sido buena idea pedirla.
- Está cansada, ¿eh?... ¿ viaje de negocios o de placer ?
No podía dar crédito a sus oídos. Era evidente que la camarera no tenía demasiado trabajo aquella mañana, pero aquella intromisión directa en su intimidad le pareció excesiva.
- Ni una cosa ni otra -contestó pensando que si fuese buscando negocios o ratos placenteros no sería Riverton donde iría a parar-. Asuntos personales.
Fue una respuesta equivocada porque aquello espoleó la curiosidad de la joven.
- Ooh. Vaya. Parece importante. ¿ Y va a quedarse unos días ?
- Espero que no sea más de un par de días. Si es uno mejor.
- Hay un motel unas calles más abajo. No es una maravilla, pero por lo menos no encontrará chinches en las sábanas. ¡O eso espero, jijiji!
Estaba a punto de pedirle a la chica que la dejase escarbar tranquila en aquello que llamaban en Riverton "tarta de manzana" pero de pronto pensó aprovecharse de sus ganas de conversación para ver si podía agilizar lo que había venido a hacer allí.
- En realidad he venido buscando a una persona -ahora sonrió intentando mostrarse encantadora- Quizás tú, que trabajas en este negocio puedas ayudarme, conocerás a mucha gente del pueblo.
- Oooh, síííí, muchííísima gente. A casi todos. Quizás no a todos por su nombre, pero seguro que conozco sus caras. Pregunte, pregunte -la animó sentándose enfrente de ella-.
Por algún motivo en su garganta se mezclaron el miedo y la ansiedad cuando dijo:
- Se trata de un hombre - tragó saliva, incapaz de pronunciar ese nombre en voz alta. Nancy la miraba asintiendo como si hiciese esfuerzos simultáneos con ella para que soltase las palabras -. Su nombre es Ennis del Mar.
La chica formó una O con los labios que no supo interpretar si era de sorpresa o de decepción.
- Ennis del Mar... Sí, ha venido alguna vez por aquí, pero no mucho, creo que prefiere ir a beber cerveza a los cuatro tugurios de mala muerte que tenemos en Riverton... Es un tío raro, siempre anda solo y te mira como fuese a pegarte un ladrido o un mordisco. Lleva unos años que no levanta cabeza, el pobre... Dígame, ¿es usted familia de Ennis?...oh, perdone si soy demasiado curiosa...
- No exactamente... pero tengo algunos asuntos que tratar con él. Seguro que tú podrías ayudarme a encontrarle...
El rostro de Nancy reflejó auténtica desolación.
- ¡Lo sieeento! No estoy muy segura de donde para ultimamente...que lata, ¿verdad?... Anda con trabajillos temporales, con el ganado y esas historias, y a veces tiene que irse de Riverton una temporada, ya sabe, a correr detrás de las ovejas y las vacas -ahora las coloreadas mejillas de la camarera se iluminaron con una nueva luz- ¡Pero puedo darle la dirección de Alma, que es su "ex"! Seguro que ella o sus hijas pueden contarle algo útil. Además no viven muy lejos de aquí, llegará en dos minutos... caray, ella y Ennis no acabaron muy bien, espero no meterla en un lío. Pero no se me ocurre otra forma de ayudarla.
" Cielo Santo" pensó Lureen " La ex-esposa del presunto amante de mi marido muerto.¿En que lugar nos coloca esa relación a ella y a mi, a la una respecto de la otra?... ¿Sabría ella algo de Jack?"
Aquel cabo suelto que era Ennis del Mar podía llevar atada quien sabe que historia, pero de algún modo irracional sintió que Jack querría que ella estuviese al tanto de todo, aunque solo fuese por su hijo y por los años de afecto y amistad que habían pasado juntos.
" Sí... Jack era un buen amigo " se dijo y lo que la palabra "amigo" implicaba tras tantos años de relación hizo que sus ojos se anegaran de lágrimas.
- ¡Lo siento señora! - chilló Nancy al verla, saltando de su asiento como si llevase incorporado algún resorte oculto- Soy una burra, que habré dicho que la ha hecho encontrarse mal, lo siento tanto-tanto-tanto ... - al ver que Lureen no hacía amago de parar, con el rostro enterrado en las manos, se fue corriendo despidiéndose con un- ... la dejo desayunar tranquila...
Lureen no desayunó. Lloró su desconsuelo, su soledad, el verse allí, lloró por el presunto horror que persistía detras de su agotamiento, lloró por la luz triste de la mañana... lloró hasta agotarse, luego se limpió la cara con una servilleta y con paso lento llegó hasta la barra. Nancy reculó hasta dar con su trasero contra la cafetera.
- Dime donde está ella... - en su voz había una firmeza y una desesperación que no ayudó a tranquilizar a la camarera-...Esa Alma... No puedo esperar.
La chica garrapateó una dirección en un papel para hacer facturas y se lo tendió con mano temblorosa.
- Es dos calles hacia abajo, no tiene pérdida -luego miró sobre el hombro de Lureen y añadió- Al desayuno invita la casa, ya que no lo ha probado.
Lureen arrancó el papel de manos de la otra y salió casi corriendo del café, al principio sin dirección, como si de esa forma pudiese huir de todo aquello y su vida se pudiese rebobinar hasta el momento en que el día antes estaba esperando a su hijo a la puerta del colegio. Después se obligó a tranquilizarse " Basta ya, Lureen, no te comportes como una estúpida ", recuperó el aliento y preguntó a un anciano que pasaba por la dirección que le había dado la camarera. El hombre la miró con desconfianza y luego señaló una anodina casa que estaba casi justo enfrente de ella, solo tenía que cruzar la calle.
El encontrarse tan cerca de repente la dejó momentaneamente aterrorizada. Allí, en el patio delantero, una mujer menuda tendía la colada con cierto esfuerzo y un gesto de cansancio en los ojos. Cuando reparó en Lureen al otro lado de la calzada contemplándola con los brazos colgando a los lados del cuerpo, dejó su labor e hizo visera con una mano para poder verla mejor. En su mirada adivinó alarma, también una cierta hostilidad y de fondo una sombra dura, era la mirada de alguien que había sufrido y que guardaba rencor y amargura en su interior.
" Ahí estás, Alma. Voy por ti."
Las grandes nubes que llevaban recorriendo el cielo desde el amanecer empezaron a amontonarse, cubrieron poco a poco el azul hasta tapar el sol dejando el mundo bañado en una luz gris clara. Fue en ese momento, al cubrirse el sol, cuando Lureen se decidía y cruzaba la calle hasta llegar a la valla del patio. Le dió la sensación de caminar como a cámara lenta en medio de un silencio absoluto, mientras la otra mujer dejaba el cesto de la colada en el suelo y se quedaba de pie con la ropa blanca revoloteando a su alrededor y un gesto desafiante en el rostro.
- ¡Hola! -saludó Lureen componiendo otra sonrisa forzada aquella mañana. La mujer no se movió, solo siguió alli con los brazos cruzados bajo el pecho.- Estoy buecando a una mujer llamada Alma... ¿es usted?
Pasaron unos seguntos interminables hasta que la otra respondió, sin hacer amago de acercarse.
- No compro nada. Y si es para otra cosa, tendrá que volver cuando está mi marido en casa.
- No quiero venderle nada. Verá, en la cafetería de ahí al lado me dijeron que usted podría ayudarme...
- Esa chismosa de Nancy. Fue ella quien le dió esta dirección, ¿verdad?
Lureen se encogió de hombros intentando mantener el tipo.
- En realidad es así. Estoy buscando a un tal Ennis del mar, y me dijo que usted podría ayudarme.
Ahora Alma abandonó la expresión dura sustituyéndola por otra más relajada, abrió un poco la boca y entornó los ojos, como si se hubiese quedado sorprendida. Con el rostro así parecía mucho más joven de lo que Lureen había calculado en un principio.
- ¿ Ennis ? ¿ Para qué diablos busca a Ennis?... ¿ Se ha metido en algún lío ? Es usted policía...
- No... Solo... Solo quiero hablar un poco con él.
Alma rió con amargura.
- ¿ Hablar con Ennis del Mar?... Probablemente hablará usted sola - luego recompuso esa expresión que tanto la afeaba y que ya había dejado líneas profundas en su frente y en sus ojos- Aún así debe decirme qué quiere de él. Supongo que la del bar le diría que Ennis y yo estuvimos casados... las chicas no me perdonarían que por mi culpa su padre tuviese algún problema.
Lureen vaciló, se resistía a darse a conocer sin saber qué podía saber Alma de la relación entre Ennis y Jack. Suponía que si ni ella misma tenía la certeza de que hubiese existido nada entre ellos, Alma tampoco podía saberlo... ¿O sí?
- ...verá, mi marido ha fallecido hace poco tiempo. Creo que él y Ennis del Mar eran buenos amigos, por eso quería charlar un rato - se detuvo un segundo buscando un poco de comprensión con la mirada - ... ya sabe como son estas cosas, una no se cansa de buscar recuerdos, pequeños trocitos de la vida del que se ha ido...
Alma estaba estupefacta.
- ¿ Amigos ?... Ennis no tiene amigos que yo sepa, es un... - de pronto se detuvo y sus ojos se desorbitaron - ... Dios mio, Dios mio... usted es ... tiene que ser...
La sonrisa del rostro de Lureen se congeló y desapareció.
- ¿Como se llamaba su marido?... ¡Conteste! - al fin Alma recorrió la distancia que las separaba y se aferró a la valla temblando como una hoja, con tanta fuerza que sus uñas chirriaron un momento contra la madera-.
De pronto la energía que circulaba entre las dos mujeres había cambiado, ahora descubrían que no eran desconocidas, que había un vínculo que las unía y en cierto modo las enfrentaba.
- Escuche -dijo Lureen tragando saliva- no quiero molestar a nadie, solo hablar unos minutos con su ex marido y luego...
- No puede ser... - Alma meneaba la cabeza y hablaba como si no la escuchase - Es la mujer de Jack Twist... el muy... hijo de puta... - ahora rompió a llorar -... dígame, ¿tiene usted hijos?
Ella no contestó, las fuerzas que se habían desatado allí crecían como una ola, de pronto las presas se habían roto y el dolor y la amargura que estaban envenenando la vida de aquella mujer brotaron con una potencia inusitada.
- ... yo tengo dos, dos chicas... eramos una familia, ¿sabe?... no teníamos dinero, hubo temporadas muy malas, pero estábamos juntos, eramos... nosotros mismos eramos nuestro apoyo mutuo... Y sabe Dios que Ennis nunca fue un hombre fácil, una... -rió entre sus lágrimas- ... una se volvía loca intentando adivinar qué pasaba por esa cabeza suya, pero era un buen hombre, habría dado su vida por nosotras... ¡entonces tuvo que llegar el puto Jack Twist!... ¿Quien se creía que era? ¿Como pudo hacerle eso a una familia?
Lureen cerró los ojos. Una parte de ella, una pequeña parte, deseaba salir corriendo de allí, coger su coche y poner cientos de kilómetros entre ella y Riverton.
...pero el resto de su ser pensaba en su hijo... pensaba en sus padres, en lo que había quedado en casa, la verdad que apenas había intuido y que era demasiado horrible para mirarla más de un segundo... pensaba en Jack... y decidió no moverse.
Cuando volvió a abrir los ojos lo hizo con una nueva frialdad.
- Ya está muerto -dijo-. Si tenía algo que pagar según usted, lo ha pagado con creces. Le reventaron la cara y le dejaron morirse en una cuneta como un perro...
Según decía estas palabras descubrió que en el fondo de sí misma creía en ellas, que sabía porqué había pasado... y aunque por un lado se dolía por la traición hacia ella como esposa que iba implícita en toda la historia que estaba reconociéndose a sí misma, por otro todo su ser se estremecía ante la tremenda injusticia, la indecible crueldad que se había cometido con su marido.
- ¿Qué espera? - bufó Alma furiosa - ¿Que me arrepienta de todo lo que he dicho? ¿Sabe los años que llevo... consumiéndome de rabia y de desesperación?... No, no voy a disculparme. Nadie tuvo en cuenta mis sentimientos cuando esto empezó, y ahora no seré yo quien mire por los sentimientos de nadie... - se contrajo un instante como presa de un terrible dolor y luego susurró, como si comunicase un terrible secreto - ...¡yo los ví! Eran como dos perros furiosos que deseasen devorarse, fundirse el uno contra el otro... En la puerta de nuestra propia casa,
¿ se da cuenta ?
Lureen ni siquiera pestañeó.
- Puede seguir consumiéndose en su propio infierno hasta que le llegue la hora, pero yo no pienso hacerlo. Voy a seguir adelante y rehacer mi vida, tengo un hijo que necesita a su madre para crecer. Pero para continuar tengo que terminar lo que vine a hacer, por eso necesito la dirección de Ennis del Mar ¿ Va a dármela o puedo marcharme ?
Transcurrieron unos segundos más en los que Alma no dijo nada, continuó agarrada a la valla con la cabeza hundida entre los brazos, Lureen siguió de pie sin abrir la boca mientras el cielo se volvía cada vez más oscuro sobre sus cabezas.
Cuando se dio media vuelta para irse, oyó a Alma decir en voz muy baja:
-...tiene que seguir la carretera que lleva hacia el desierto... a las afueras, en una caravana. No tiene pérdida, solo está él rodeado de... de nada...
Lureen se volvió, la contempló un momento y solo dijo:
- Gracias.
Se dio media vuelta y se marchó, sin mirar como Alma se encogía hasta hacerse un ovillo en el suelo, llorando desconsoladamente una vez más por todo lo perdido, por todo lo sufrido, por la chica ilusionada que una vez fue y por la criatura amargada en que se había convertido...
Comenzó a llover en gruesos goterones, que sacudieron el polvo del suelo y llenaron el mundo de aroma a tierra mojada.
EL VIAJE DE LUREEN ( 5ª PARTE )
Resumen: Como bien dice nuestro amigo JoeTry, a Lureen le ha llevado un rato encontrar la caravana pero ya está aquí gracias a mis indicaciones (este hombre me mata de la risa)... vamos a ver que pasa... que a veces no lo se ni yo...
Practicamente había anochecido cuando Lureen detuvo el coche ante la envejecida caravana donde se suponía que vivía Ennis del Mar.
Tras su encuentro matutino con Alma, se había sentido exhausta, agotada emocional y físicamente, no se veía con fuerzas para enfrentarse a continuación con el amante de su esposo fallecido, de manera que localizó el motel "Siesta" y cogió una habitación para aquella noche. Necesitaba una ducha y unas horas de descanso, si no para dormir al menos para pensar, para poner un poco de orden en sus ideas y decidir cual era el siguiente paso a dar. Su cabeza no paraba de girar en torno a los acontecimientos de la mañana en primer lugar, le había conmocionado el dolor y la amargura que consumían a aquella mujer y todavía pensaba si no deberían haber hablado más ya que parecía estar al tanto de todo lo ocurrido y podría haberla dado buena parte de la información que había venido a buscar, pero en el momento en que se encontró ante ella no se sintió capaz de ponerse a razonar ni a buscar un entendimiento. Tanta agresividad y tantos sentimientos destructivos solo la habían inspirado deseos de salir corriendo. Quizás pasados unos años, cuando Alma hubiese aprendido a encajar la derrota y a olvidar, si quisiera podría sentarse con ella ante una taza de café y hablar de lo sucedido como algo pasado que había dejado de afectarlas... o que al menos había dejado de doler tanto. Pero todavía era pronto para Alma, demasiado pronto...
Después pensó en si misma, en la repercusión que tenían sobre ella las cosas había descubierto sobre Jack Twist: su relación con Ennis del Mar... su cuerpo abandonado en la cuneta... un asesinato... el papel de su padre en todo aquello... Pensó en todos sus años de matrimonio y en si había tenido señales que la avisasen de lo que estaba ocurriendo. Claro que las tuvo, ahora era como ver el final inesperado de una película y luego dar marcha atrás para pensar y entender el porqué de esta o aquella escena, de pronto todo se entiende mejor y el significado final es totalmente distinto... Las señales habían estado allí desde el principio, pero ella había estado siempre demasiado ocupada con el negocio como para prestar más atención a Jack de la que luego prestó a su hijo. Así había tratado a Jack, como a un chico. " Un chico encantador, pero un chico a fin de cuentas ", eso habría respondido si alguien la hubiese preguntado por Jack durante sus años de casada... Y al final resultó que Jack tenía un secreto...
¿Que esperaba obtener ahora de Ennis del Mar? ¿Que creía que él iba a contarle?
¿Realmente tenía necesidad de hablar con él? Ahora ya entendía porqué estaba en comunicación con la policía para que aclarasen la muerte de Jack, ya tenía eso, ahora ya no necesitaba saber más. O eso parecía...
Tras su encuentro matutino con Alma, se había sentido exhausta, agotada emocional y físicamente, no se veía con fuerzas para enfrentarse a continuación con el amante de su esposo fallecido, de manera que localizó el motel "Siesta" y cogió una habitación para aquella noche. Necesitaba una ducha y unas horas de descanso, si no para dormir al menos para pensar, para poner un poco de orden en sus ideas y decidir cual era el siguiente paso a dar. Su cabeza no paraba de girar en torno a los acontecimientos de la mañana en primer lugar, le había conmocionado el dolor y la amargura que consumían a aquella mujer y todavía pensaba si no deberían haber hablado más ya que parecía estar al tanto de todo lo ocurrido y podría haberla dado buena parte de la información que había venido a buscar, pero en el momento en que se encontró ante ella no se sintió capaz de ponerse a razonar ni a buscar un entendimiento. Tanta agresividad y tantos sentimientos destructivos solo la habían inspirado deseos de salir corriendo. Quizás pasados unos años, cuando Alma hubiese aprendido a encajar la derrota y a olvidar, si quisiera podría sentarse con ella ante una taza de café y hablar de lo sucedido como algo pasado que había dejado de afectarlas... o que al menos había dejado de doler tanto. Pero todavía era pronto para Alma, demasiado pronto...
Después pensó en si misma, en la repercusión que tenían sobre ella las cosas había descubierto sobre Jack Twist: su relación con Ennis del Mar... su cuerpo abandonado en la cuneta... un asesinato... el papel de su padre en todo aquello... Pensó en todos sus años de matrimonio y en si había tenido señales que la avisasen de lo que estaba ocurriendo. Claro que las tuvo, ahora era como ver el final inesperado de una película y luego dar marcha atrás para pensar y entender el porqué de esta o aquella escena, de pronto todo se entiende mejor y el significado final es totalmente distinto... Las señales habían estado allí desde el principio, pero ella había estado siempre demasiado ocupada con el negocio como para prestar más atención a Jack de la que luego prestó a su hijo. Así había tratado a Jack, como a un chico. " Un chico encantador, pero un chico a fin de cuentas ", eso habría respondido si alguien la hubiese preguntado por Jack durante sus años de casada... Y al final resultó que Jack tenía un secreto...
¿Que esperaba obtener ahora de Ennis del Mar? ¿Que creía que él iba a contarle?
¿Realmente tenía necesidad de hablar con él? Ahora ya entendía porqué estaba en comunicación con la policía para que aclarasen la muerte de Jack, ya tenía eso, ahora ya no necesitaba saber más. O eso parecía...
...pero no era así. Claro que necesitaba más. Había descubierto que no conocía más que una pequeña parte del hombre que era su marido, quedaba todo un mundo y una vida por descubrir que ella no había sabido o no se había molestado en sacar a la luz, ahora debía conocer de una vez a Jack Twist, aunque no fuese más que por su hijo, para si alguna vez le preguntaba, poder decirle la clase de persona que era su padre. Sospechaba que esa parte estaba en posesión de Ennis del Mar, y esperaba animarle a compartirla.
"No creo que sea peor que lo de esta mañana..." pensó antes de quedarse dormida.
Al despertar y ver que estaba oscureciendo, saltó de la cama y se quedó sentada con el corazón acelerado, momentaneamente perdida, intentando recordar primero donde estaba, que hacía allí y después averiguar en que momento de la jornada se encontraba.
Cuando el nombre de Ennis vino a su cabeza no se sintió mucho mejor, notó un calambre de nervios en el estómago acompañado de una vaga angustia que por un instante la hicieron desistir, justificándose a si misma con frases como "es demasiado tarde, mejor espero a mañana" y excusas semejantes. Pero supo que si no lo hacía en ese instante no iba a hacerlo nunca, así que se obligó a vestirse (unos vaqueros y una blusa blanca, no sentía deseos de llamar la atención sobre su persona) y bajó a por el coche arrastrando los pies.
De esa manera llegó hasta donde estaba en ese momento, y después de todo lo que había recorrido no cabía pensar en la vuelta atrás. Bajó del vehículo y llegó hasta la puerta de aquel trasto gigante.
- ¡Hola! –gritó dando unos golpes con los nudillos - ¿hay alguien ahí?
Aquello no parecía estar siquiera habitado, nada dio señales de que alguien pudiese haberla escuchado, ni un ruido, ni una luz, el único sonido era el que producía el viento del desierto y el del polvo que periódicamente azotaba la caravana, comiéndosela en cada golpe un poquito más.
Lureen recordó las palabras de Alma “...vive en medio de ... nada... “y pensó que no podían ser más descriptivas. No podía entender como alguien era capaz de encerrarse voluntariamente en un lugar como aquel, qué clase de persona se metería en aquel sitio en el que se respiraba soledad y desolación donde quiera que se mirase.
Al no obtener respuesta golpeó ahora con la palma de la mano abierta , intentando hacer más ruido.
- ¿Eh!... ¿No hay nadie?
Contempló unos instantes más la caravana con los brazos en jarras y se dijo : “Después de todo puede que sí esté persiguiendo ovejas en algún sitio y ahora no se encuentre aquí. Estupendo, Lureen, nos vamos a casa.”
Se disponía a subirse al coche cuando escuchó un chirrido terrible que hizo saltar su corazón dentro del pecho. Al darse media vuelta comprobó que la puerta de la caravana se había abierto, dejando un boquete de oscuridad en el costado dentro del cual no se distinguía nada.
Todos sus sentidos de alerta se dispararon.
“ Y si me he confundido de caravana... Y si no es la de Ennis del mar y aquí vive un loco asesino... Y si es la de Ennis del mar pero es él quien está loco y en este momento se encuentra apuntándome a la cabeza con una escopeta desde ahí dentro...”
Echó mano de toda su fortaleza interior para repetir, aunque en voz más baja:
- ...hola... ¿hay alguien?...
Cuando sus ojos se acostumbraron a mirar dentro de aquel rectángulo negro descubrió una silueta oscura dentro de la penumbra, que poco a poco se fue haciendo más visible según se acercaba al exterior.
“...voy a chillar!!!...”
-... ¿hola?... ¿Ennis del Mar?...
La forma se definió más y pudo ver que se trataba de un hombre fornido, con el cabello revuelto, barba de unos cuantos días y ropa con aspecto de necesitar un lavado y planchado urgentes. En ese momento se estaba pasando la mano por la cabeza intentando poner un poco de orden allí arriba mientras con la otra se frotaba de vez en cuando la cara, como si necesitara despejarse.
- Joder, sí. Ha armado un escándalo de mil demonios. Ni siquiera en esta mierda de sitio puede uno dormir tranquilo.
Lureen respiró más relajada al no ver ningún arma en sus manos y avanzó unos pasos hacia el hombre.
- Hola. Siento haber hecho tanto ruido, pensaba que no había nadie, por eso insistí.
- No se preocupe, diga lo que quiere y lárguese rápido.
Ella sonrió, preguntándose en su interior qué esperaba oir de boca de Ennis del mar, pero decidida a seguir adelante.
- ...hemos hablado hace poco por teléfono, no sé si lo recuerda.
- ¿Por teléfono?
- Si... A propósito de la muerte de Jack.
Los ojos de Ennis brillaron un instante y dio un paso atrás hacia la oscuridad del remolque. Cuando volvió a abrir la boca ya no pudo verle el rostro.
- Entonces tú eres... Lureen..."
EL VIAJE DE LUREEN ( 6ª PARTE )
Resumen: ...Lureen y Ennis del Mar, frente a frente. He roido la idea de este encuentro como un perro roe y roe un hueso para sacarle la médula, para llegar a su centro. No sé si salió bien, en fin, pero este cerebro no ha dado más de sí. El capítulo de hoy es un poco más largo para que no me llamen cosas malas por aquello de cortar en lo mejor y porque creo que no le convenía ninguna división , para mantener la tensión dramática digamos... si es que he logrado crear alguna tensión, ya veremos... Por lo tanto, sin más dilación, vamos al "lío" donde lo dejamos...
" - Entonces tu eres Lureen...
Ella asintió tratando de dar a su mirada un aire de comprensión. Algo en el tono de aquel hombre al pronunciar su nombre le había afectado mucho más que todos los gritos y la histeria de Alma, era algo que le había hecho sentir deseos de coger su mano entre las suyas, abrazarle y consolarle como cuando Bobby venía llorando a su lado y ella intentaba reconfontarle. Así sintió aquella pena de Ennis del Mar, tan sencilla, tan inocente y a la vez tan profunda.
Pasaron unos interminables minutos sin que ninguno de los dos se moviese, dejando caer poco a poco la noche sobre sus hombros con la arena dibujando remolinos en el suelo. Lureen tenía la sensación injustificada de que él estaba sollozando en silencio y no se atrevió a abrir la boca hasta que él se mostrase lo bastante repuesto. Cuando por fin Ennis volvió a acercarse al exterior lo suficiente como para adivinar su rostro, creyó ver relucir el borde de sus párpados.
- Que quieres de mi -le susurró con voz ronca- A que has venido.
- Solo quiero hablar unos minutos.
- ¿Hablar?... No tengo nada que decir. Las pocas palabras que tenía murieron con Jack Twist. Déjame en paz.
- He hecho un montón de kilómetros para venir hasta aquí, ha sido un viaje muy largo –contestó intentando mostrar firmeza porque Ennis no parecía dejarse convencer fácilmente-. Un viaje que no habría empezado si tú no hubieses estado revolviendo por ahí después de la muerte de Jack...
Ennis la contempló unos instantes sin decir nada. Luego terminó de salir de la caravana con un viejo sombrero en la mano y dijo:
- De acuerdo. No sé que esperas que te diga, pero de acuerdo.
Lureen vió que se volvía a cerrar la puerta.
- ¿No nos quedamos aquí?
- No. Iba a salir a tomar una cerveza, hablaremos en algún sitio. Además –la miró de arriba abajo antes de seguir- este no es buen lugar para una señora.
Ella le observó montar en su coche en el asiento del copiloto y tardó en reaccionar, rebuscó las llaves en el bolso y se sentó a su lado, más nerviosa de lo que quería reconocer.
- Tu dirás – dijo tras arrancar-.
- Yo te guio.
Condujeron casi sin decir palabra con la noche ya cerrada sobre ellos, sin más intercambio de información que los eventuales gestos que Ennis le hacía para que torciese a derecha o izquierda. Mientras tanto pensaba que nunca lograría entender como Jack, con su personalidad extrovertida y vital, podía haberse sentido atraido por aquel hombre tan encerrado en si mismo y tan hosco en sus formas y maneras.
“Quizás antes no era así... Quizás esto es consecuencia de la muerte de Jack...”
Pero pensar así presuponía un amor fuera de toda duda, un amor que había perdurado tras la muerte de Jack, y Lureen no estaba segura de creer que dos hombres pudieran amarse así... claro que había oido historias de ese tipo, sabía que existían y que en casi todas partes había alguien al que involucraban en historias de ese tipo. Pero las escasas veces en que se había puesto a pensar sobre la relación entre dos hombres, siempre lo había imaginado como un impulso un tanto “animal”, algo meramente sexual que no llevaba aparejado sentimiento alguno. Recordó una vez más las palabras de Alma “...yo los ví, como dos perros...”y era tal como ella lo imaginaba también. Aún con eso era difícil pensar en aquel hombretón que apenas respiraba a su lado en esos términos, y mucho menos demostrando sentimientos. En cierta manera le era más fácil ver a Jack en esa situación, a pesar de que hubiera sido su marido, porque le suponía sensibilidad suficiente para mostrarse tierno y romántico en un momento dado. Pero Ennis del Mar...
Al fin llegaron a la zona donde Lureen supuso se vivían las “Noches Locas de Riverton”: media docena de garitos llenos de luces de colores en la puerta e imágenes de chicas ligeras de ropa como motivos decorativos.
Se volvió alucinada hacia Ennis.
- ¿Aquí es donde vamos a hablar?
Ennis se encogío de hombros, como si para lo poco que él pensaba decir fuese tan bueno un sitio como otro.
La condujo a un alegre lugar donde una pequeña banda perpetraba éxitos de música country mientras la clientela, en su casi totalidad masculina, hablaba a gritos, escupía en el suelo y bebía enormes jarras de cerveza. Se sentaron en una mesa lo suficientemente cercana a la orquesta como para hacerla pensar en si no sería todo una maniobra para que la conversación durase lo menos posible. Pero cuando él se quitó el sombrero, lo puso a su lado con cuidado y cruzó las manos sobre la mesa observándola, en sus ojos vio una vez más una inocencia absolutamente conmovedora, ninguna segunda intención, solo aquellos ojos, que no se cansaba de contemplar buscando descubrir lo que escondían detrás.
Una atractiva camarera ataviada con sombrero vaquero y un uniforme diminuto se acercó a tomarles nota.
-¡Caray Ennis, ya era hora de verte bien acompañado! –exclamó al verles- Las chicas y yo estábamos echando a suertes para ver a quien le tocaba sacarte a salir una noche.
- Cierra el pico y traenos dos cervezas.
( ...oh, sí, cerveza, gracias por preguntar...) pensó Lureen con sarcasmo.
- No se desanime a la primera – le dijo en confianza la camarera- Bajo esos modales de animal se esconde un buen hombre, se lo digo yo.
La chica se marchó con su pedido y ellos dos volvieron a quedarse a solas uno frente a otro. Como era evidente que no iba a ser él quien iniciase la conversación, Lureen empezó:
- Escucha, sé que te resulta muy violento, tanto como a mi... –buscó en su interior las palabras que no podía encontrar-...no sé porqué estoy aquí, me encuentro tan... tan confusa... Todo mi pequeño mundo se está viniendo abajo, empezó con la muerte de Jack, las caras de la gente en el pueblo, luego ayer por la mañana vino aquel policía y todo empezó a rodar... en un principio yo solo quería saber si Jack era... ya sabes... quizás lo había sabido desde siempre y solo estaba abriendo los ojos, pero necesitaba saber si...
- ¿”Jack era...”? –atajó Ennis con dureza- Jack era una persona. Como tú y como yo. Una buena persona.
- ¡ Lo sé, lo se ! –chilló ella nerviosa- No pretendo ofenderte... aunque sabe Dios porque no debo ser yo la que se sienta ofendida con todo esto... solo quería saber si se había cometido alguna injusticia con el padre de mi hijo, y para ello debía asegurarme de que era cierto lo que... lo que sospechaba. Sólo tú podías asegurármelo, no conocía más amigos de Jack... O al menos ninguno como tu...
Ennis hundió la cabeza y no volvió a hablar hasta que la camarera volvió con las cervezas y las dejó sobre la mesa sin decir palabra, como si hubiese presentido algo tenso en la situación. Cuando se hubo marchado, él empezó a hablar, en tono tan bajo que Lureen tuvo que inclinarse hacia delante para entenderle en medio del ruido reinante.
-...basta por favor... estoy intentando... superarlo, trato de olvidar. Lo consigo unos segundos cuando me despierto por la mañana, ¿sabes?, cuando todavía no sé donde estoy ni en que día vivo... después recuerdo su nombre, a menudo es porque he soñado con él... me viene a la cabeza, y al momento llegan esas dos palabras: “está muerto” – Lureen desvió la mirada al ver una lágrima rodando por aquel rudo rostro-... entonces me pregunto porqué no he muerto yo en vez de él... o porqué no he muerto también yo, porque ¿qué sentido tiene?... quiero decir, ¿qué pinto yo aquí sin Jack?
Siguió un nuevo silencio que a ella le costó interrumpir, estaba anonadada por las dimensiones de aquel sentimiento que apenas empezaba a intuir. Todas sus expectativas estaban desbordadas, ya no sabía que podía preguntar. Ni siquiera sabía si deseaba preguntar más. Pero al fin pudo articular:
- Desde... desde cuando manteníais tú y Jack esa relación...
De pronto el rostro de Ennis se iluminó y enfocó la vista en un punto lejano, como si se hubiese abstraido del ambiente que les rodeaba y ya no estuviese allí.
- ...la primera vez teníamos sólo diecinueve años... fue aquel verano en Brokeback...
- Desde los diecinueve... Dios mío... entonces cuando Jack se casó conmigo tú y él ya... –ahora era ella quien empezaba a notar un picor en los ojos, pensando “entonces qué he pintado yo todo este tiempo... siempre pensando que era él quien estaba fuera de lugar en mi vida y era yo la que no cuadraba en la suya...”. Intentó exteriorizar ese sentimiento preguntando con la voz quebrada- ... y porqué os casasteis... porqué te casaste tú, porqué se casó Jack...
- ...nunca debimos bajar de la montaña –dijo él en el mismo tono casi inaudible pero que llegaba hasta ella a pesar del alboroto,sintiendo clavarse cada palabra en su corazón- Debimos quedarnos allí, esperando el invierno... con un poco de suerte una noche se apagaría el fuego de la hoguera, seguiría nevando y moriríamos congelados, abrazados desnudos el uno contra el otro.
Lureen trató de beber un poco de cerveza pero le temblaban las manos, tuvo que volver a dejar la jarra sobre la mesa y entonces fue ella quien susurró:
-Ya... basta...
Ennis volvió a la realidad y clavó en ella una mirada casi despiadada.
- Tu lo dijiste. “He hecho un largo viaje para llegar aquí”. Querías conocer a tu marido, querías saber quien era Jack para poder responderle a tu hijo cuando te pregunte quien era su padre.
Ella sacudió la cabeza llevándose una servilleta a los ojos.
- ¿No te gusta la realidad, Lureen?... A mi tampoco. Porque quería a tu marido más que a nada en el mundo y él me quería a mi, pero no tuve... no tuve valor, fui un cobarde, por eso le perdí y con él perdí todo lo demás... Porque si yo hubiese estado a su lado no habría permitido que nadie le pusiese una mano encima- golpeó la mesa con tanta fuerza que hizo saltar las jarras y encogerse a Lureen-...nos habríamos largado a algún sitio a vivir juntos, lejos de toda esta mierda...
- ¿Juntos? –gritó ella ahora con más agresividad de la que quería demostrar- ¿Y donde ibais a ir los dos? ¿A la puta montaña?... No tenías donde ir, Ennis del Mar, no había sitio alguno donde pudieseis ir...
Ennis se desplomó, volvió a agachar la cabeza y rompió a llorar violentamente.
- ... es cierto... yo siempre se lo dije, “Jack, no hay futuro”, pero el muy cabrón no perdía la esperanza, creo que siempre esperaba que la siguiente vez le dijese que sí........si lo hubiese hecho él no estaría muerto...... y yo no tendría que estar buscando una razón para levantarme cada mañana...
Ninguno de los dos pudo pronunciar palabra durante un buen rato, permanecieron inmóviles y silenciosos, intentando contener las lágrimas, él bregando con su viejo y conocido dolor, ella asimilando lo que había oido, mientras a su alrededor continuaba el estrépito como si todo el mundo fuese ajeno a lo que les estaba ocurriendo..."
EL VIAJE DE LUREEN ( 7ª PARTE )
Resumen:...por donde iba... bueno, ya sabeis, Lureen y Ennis tomándose unas cañitas como dice el cachondo de mi amigo Joetry y abriéndose los corazones y las entrañas...
"No supo cuanto tiempo pasó cuando Ennis la dijo al fin:
- ¿Te importa llevarme de vuelta a la caravana?
Lureen suspiró. Realmente habían terminado ya. No había nada más que decir, no había oido nada que no hubiese imaginado ya, y sin embargo, era suficiente.
- No, claro... Vámonos de aquí.
El viaje de vuelta fue un calco del de ida, no abrieron la boca, inmersos en sus propios pensamientos y recuerdos. Cuando al fin llegaron ante la caravana, Ennis se demoró un poco en bajar del coche.
- ¿Vuelves a casa ya?
- No, tengo una habitación en el motel “Siesta”... pasaré la noche alí y mañana después del desayuno me pondré en camino. Si me pusiese a conducir en este estado yo... estoy totalmente descolocada...
Pudo ver el perfil de Ennis asintiendo silenciosamente en la oscuridad.
- ...entonces adios, Ennis del Mar. No puedo decir que haya sido un placer, pero supongo que habrá servido para algo.
A él le costó esfuerzo responder, como si algo en la garganta le impidiese respirar.
- ...dile...dile a su hijo que él fue un hombre... hermoso...hermoso por fuera y por dentro. Que no cometió más pecado que amar y ser amado... Seguro que será un buen chico, si se parece a Jack y además hereda la fuerza de su madre, se comerá el mundo, que joder...
Lureen no respondió inmediatamente pero cuando lo hizo fue con otra pregunta.
-Dime... ¿vas a seguir hablando con la policía para ver que pasó en la muerte de Jack?
- Policía...Ya te he oido decir antes algo de eso. Yo no he hablado con un puto poli en mi vida, y menos sobre Jack... ¿Qué quieres decir?
- No, dime que quieres decir tu... Yo estaba convencida de que habías sido tu el que había removido todo el asunto, que no estabas conforme con la version oficial y querías saber... – al no recibir respuesta de Ennis exclamó- ¿entonces quien ?
Ennis ya se estaba bajando del coche con gesto cansado y tan solo dijo:
- No lo se, y si te enteras no te molestes en venir a contármelo porque maldito si me importa...- echó a andar arrastrando un poco los pies hacia la caravana y aún le escucho decir- ...hagamos lo que hagamos, nada nos lo va a devolver... Nadie va a decirme como tirar adelante con esto que llevo dentro...
Lureen continuó un rato allí parada bajo las estrellas, pensando en todo, en su amor por Jack, en el ritmo vertiginoso que había cobrado su vida y como todo lo que parecía atado y bien atado se desbarataba , sin saber porqué se recordaba a si misma corriendo en el esplendor del verano por los campos de su padre, se veía a sí misma soplando las bolas de pelusa que formaban las flores maduras, cómo todos los frutos estaban esperando el menor soplido para salir volando, montones de diminutos paraguas blancos dispersándose en el aire... ahora sentía su vida como una de esas flores, bajo un golpe de aire todo volaba y se deshacía sin ningún fundamento...todo en lo que había creido, todo por lo que había luchado no era más que uno de esos tallos coronados de pelusas blancas, los que una niña arranca y sopla sobre ellos pidiendo un deseo.
“Por Dios Jack... dime que no he llegado hasta aquí para sentirme como me siento...Jack...”
Hundió la cabeza entre los brazos y se meció a si misma esperando una respuesta, que nunca llegó..
Por fin, enfiló muy despacio el camino al motel.
No podía recordar cuando se había quedado dormida, pensaba que con semejante remolino de sensaciones y pensamientos le iba a ser imposible pegar ojo pero en realidad había caído desplomada apenas posó la cabeza en la almohada. Cuando empezaron los golpes en la puerta estaba en medio de un profundo sueño, soñaba con Jack. Se encontraban sentados en un sitio similar al que había visitado la noche anterior con Ennis del mar, pero la música era tan alta que aunque él hablaba y hablaba ella no podía entender una sola palabra de lo que decía. Empezó a gritarle que parase, que no podía oírle, cada vez más alterada, más nerviosa, de manera que cuando despertó por fin estaba empapada en sudor, con el cabello pegado a la cara como si acabase de salir de la ducha.
- ...¡señora!...Señora, ¿puede oirme?
- ...s-s-si –balbuceó- ¿que ocurre?
- La hemos llamado por teléfono pero no ha debido escucharlo... Ahí abajo la esperan unos señores. Dicen que es importante.
- ¿señores? –preguntó sin abrir la puerta- ¿No dijeron que querían?
- Uno de ellos solo ha dicho “dígale que soy Ennis del mar y es urgente”.
- De...de acuerdo, de acuerdo... Dígales que voy a arreglarme un poco y ahora bajo.
Mientras corría a meterse de nuevo bajo la ducha no paró de darle vueltas a lo que podría haber hecho cambiar de idea a Ennis sobre volver a encontrarse. ¿Se habría olvidado de decirle algo importante a propósito de Jack?
“Pero el tipo del hotel ha dicho “unos señores”... Viene con alguien más. Oh Dios, espero que no me den más sorpresas, he tenido bastante para una temporada.”
Se puso la misma ropa de la noche anterior y bajó las escaleras de tres en tres hasta el pequeño y poco atractivo saloncito de recepción con que contaba el motel “Siesta”. Allí frente a un televisor encendido pero sin voz, se encontraba sentado Ennis del Mar y a su lado, con la espalda hacia la puerta, otro hombre. El verla Ennis se puso en pie:
- Lureen...
Ella apreció que también él había pasado por la ducha , se había afeitado y lucía vaqueros y camisa limpios.
“¿Irá a algun sitio importante?”
El hombre que estaba sentado a su lado se levantó también girándose hacia ella.
La sorpresa la hizo dar un pequeño grito. Se trataba del anodino policía que había ido a buscarla a la puerta del colegio un par de días antes.
- Señora Twist. Es un placer volver a verla.
- Dios... No puedo decir lo mismo. ¿Qué hace aquí?... O mejor dicho, ¿qué hacen los dos juntos? –se volvió hacia Ennis enfadada- Maldito embustero, me dijiste que tú no tenías nada que ver con la investigación de la policía...
- Y así es, señor Twist, el señor y yo nos hemos conocido hace un par de horas nada más.
- No entiendo nada... ¿y como ha llegado usted a parar aquí? ¿cómo me ha encontrado?
- Realmente venía a ver al señor Ennis del mar, pero cuando él me ha dicho que estaba usted en Riverton, he creído oportuno que nos juntemos los tres. Tengo prevista una pequeña excursión.
Lureen se dirigió una vez más hacia Ennis, que daba vueltas a su sombrero entre las manos con evidente nerviosismo.
- ¿Tu puedes explicarme algo de esto?
- Es todo idea mía –se adelantó el policía- Me parece oportuno que tanto usted como el caballero puedan hablar personalmente con la persona que inició los trámites de la investigación, creo que resultará... esclarecedor, podríamos decir...
Lureen se dejó caer en una de las raídas butacas que rodeaban el televisor, cansada de antemano por lo que iba a tener que escuchar... "
"- Verá, señora Twist - empezó el policia sentándose junto a Lureen- tras nuestra conversación de anteayer no me he quedado cruzado de brazos. Presentía una duda razonable en la muerte de su esposo, así que apenas la dejé a usted fui a interrogar a los agentes involucrados en el levantamiento del cadaver del Sr. Twist, buscando supuestas irregularidades. Al fin, presionando lo suficiente, conseguimos que uno de ellos, un chico muy joven que acaba de ingresar en el cuerpo, declarase que arrancó del cuerpo de su marido el cartel que le mostré. Primero dijo que fue porque le parecía "una falta de respeto" al difunto, después se desmoronó y confesó que había intentado eliminar pruebas porque pensaba que su padre podría estar implicado en el asunto...
- El asunto...-murmuró Ennis con la mirada perdida-.
-..tirando de ese hilo nos encontramos con la existencia de un grupo llamado "liga de la Decencia Blanca" -en este punto Lureen palideció recordando la conversación con su madre y desvió la mirada al notar que el policía se interrumpía un instante para observarla- Al parecer se trata de un grupo de "honrados ciudadanos" preocupados por preservar las buenas costumbres, la moral y el respeto por los principios cristianos que han de regir la vida de una comunidad... esto se lo recito casi de memoria pero aquí tienen el original.
Les tendió un pequeño panfleto blanco con las letras "LDB" en negro, que ninguno de los dos hizo ademán de coger. El policía se encogió de hombros y continuó:
- El padre del agente pertenece a este grupo y por desgracia también muchas de las personalidades influyentes no solo del pueblo, sino de buena parte del estado. A partir de ahí, nos hemos dado de bruces con una muralla inexpugnable: en cuestión de horas el chico que confesó ha desaparecido de la circulación, según su padre ha sido ingresado de urgencia en una clínica de reposo por un desorden nervioso... luego el médico forense y el resto de policías, todo el que tuvo algo que ver con aquel suceso se ha cerrado en banda, sus coartadas se apoyan unas a otras, y en cuanto a la LDB se manifiesta como una "asociación cristiana sin ánimo de lucro"; legalizada y bendecida por las instituciones religiosas pertinentes.
- Y donde nos deja eso - dijo Lureen en voz baja-.
- Eso nos deja... en el principio. No hay ninguna prueba, no hay testigos, el sr. Twist fue rápida y oportunamente incinerado, solo tenemos el cartel, nada más...
A esto siguió un breve silencio en el que nadie tuvo nada que decir, y de nuevo fue el policía el encargado de romperlo.
- Solo puedo añadir que he abierto una investigación sobre la maldita Liga, hay una juez instructora del caso que es una mujer justa, vamos a indagar todos los delitos similares de los últimos años y a buscar su vinculación con esos sujetos. Intentaremos además localizar al chico del "desorden nervioso" para que repita su testimonio, aunque algo me dice que cuando se recupere no va a recordar nada de lo dicho anteriormente...Será un proceso largo, pero no perdemos las esperanzas. Intentaremos que la muerte del señor Twist no sea en balde... que al menos sirva para que desgracias así no se repitan.
Ennis parecía perdido en sus pensamientos y Lureen contemplaba la pantalla del televisor con los ojos brillantes, los dos sin dar muestras de querer añadir nada.
El policía dió por fin muestras de perder la paciencia.
- Bien, ¿nadie tiene nada que preguntar? ¿Ni siquiera porqué estoy aquí, por poner un ejemplo?
Como ninguno respondió, continuó por si mismo:
- A última hora de la tarde de ayer me puse en contacto con la persona que promovió esta investigación y que deseaba mantenerse al márgen, para comentarle los resultados... o la falta de los mismos. Fue esta persona quien me dió el nombre de Ennis del Mar pues pensaba que era necesario que él supiese esta historia, y también usted, señora Twist. Al enterarme de que había salido de viaje no me costó imaginar que me había ocultado la existencia de este señor para indagar por su cuenta... muy mal, señora Twist, ocultando información a los agentes de la ley, seguro que si me lo propusiese podría denunciarla por algo, obstrucción a la justicia o que-se-yo -Lureen solo le contemplo un segundo con gesto de alarma antes de volver a centrarse en el televisor-... así que el resto es fácil: dí con el señor Ennis, el me dijo que usted estaba aquí y ahora que estamos todos juntos vamos a organizar una "reunión de buenas intenciones", solo que tendremos que viajar un poco - volvió a meter la mano en su americana y sacó un papelito doblado que tendió a Ennis- Creo que la dirección les será familiar.
Ennis desplegó el papel y al momento sus ojos se abrieron como platos. Sin decir palabra se lo pasó a Lureen. Ella lo retuvo un instante contemplando el rostro de sincero asombro del hombre, luego lo leyó.
-... pero esta dirección es...
Ennis asintió.
VIAJE DE LUREEN ( ¡ 8ª PARTE, CIELOS ! )
Resumen: Pues tras mi momento de catarsis espiritual de ayer vuelvo con el siguiente capítulo... a los más desinformados recordaremos que Lureen y Ennis están en el motel "Siesta" con el policía del principio, en plan "tertulia informativa"... Vamos allá...
"- Verá, señora Twist - empezó el policia sentándose junto a Lureen- tras nuestra conversación de anteayer no me he quedado cruzado de brazos. Presentía una duda razonable en la muerte de su esposo, así que apenas la dejé a usted fui a interrogar a los agentes involucrados en el levantamiento del cadaver del Sr. Twist, buscando supuestas irregularidades. Al fin, presionando lo suficiente, conseguimos que uno de ellos, un chico muy joven que acaba de ingresar en el cuerpo, declarase que arrancó del cuerpo de su marido el cartel que le mostré. Primero dijo que fue porque le parecía "una falta de respeto" al difunto, después se desmoronó y confesó que había intentado eliminar pruebas porque pensaba que su padre podría estar implicado en el asunto...
- El asunto...-murmuró Ennis con la mirada perdida-.
-..tirando de ese hilo nos encontramos con la existencia de un grupo llamado "liga de la Decencia Blanca" -en este punto Lureen palideció recordando la conversación con su madre y desvió la mirada al notar que el policía se interrumpía un instante para observarla- Al parecer se trata de un grupo de "honrados ciudadanos" preocupados por preservar las buenas costumbres, la moral y el respeto por los principios cristianos que han de regir la vida de una comunidad... esto se lo recito casi de memoria pero aquí tienen el original.
Les tendió un pequeño panfleto blanco con las letras "LDB" en negro, que ninguno de los dos hizo ademán de coger. El policía se encogió de hombros y continuó:
- El padre del agente pertenece a este grupo y por desgracia también muchas de las personalidades influyentes no solo del pueblo, sino de buena parte del estado. A partir de ahí, nos hemos dado de bruces con una muralla inexpugnable: en cuestión de horas el chico que confesó ha desaparecido de la circulación, según su padre ha sido ingresado de urgencia en una clínica de reposo por un desorden nervioso... luego el médico forense y el resto de policías, todo el que tuvo algo que ver con aquel suceso se ha cerrado en banda, sus coartadas se apoyan unas a otras, y en cuanto a la LDB se manifiesta como una "asociación cristiana sin ánimo de lucro"; legalizada y bendecida por las instituciones religiosas pertinentes.
- Y donde nos deja eso - dijo Lureen en voz baja-.
- Eso nos deja... en el principio. No hay ninguna prueba, no hay testigos, el sr. Twist fue rápida y oportunamente incinerado, solo tenemos el cartel, nada más...
A esto siguió un breve silencio en el que nadie tuvo nada que decir, y de nuevo fue el policía el encargado de romperlo.
- Solo puedo añadir que he abierto una investigación sobre la maldita Liga, hay una juez instructora del caso que es una mujer justa, vamos a indagar todos los delitos similares de los últimos años y a buscar su vinculación con esos sujetos. Intentaremos además localizar al chico del "desorden nervioso" para que repita su testimonio, aunque algo me dice que cuando se recupere no va a recordar nada de lo dicho anteriormente...Será un proceso largo, pero no perdemos las esperanzas. Intentaremos que la muerte del señor Twist no sea en balde... que al menos sirva para que desgracias así no se repitan.
Ennis parecía perdido en sus pensamientos y Lureen contemplaba la pantalla del televisor con los ojos brillantes, los dos sin dar muestras de querer añadir nada.
El policía dió por fin muestras de perder la paciencia.
- Bien, ¿nadie tiene nada que preguntar? ¿Ni siquiera porqué estoy aquí, por poner un ejemplo?
Como ninguno respondió, continuó por si mismo:
- A última hora de la tarde de ayer me puse en contacto con la persona que promovió esta investigación y que deseaba mantenerse al márgen, para comentarle los resultados... o la falta de los mismos. Fue esta persona quien me dió el nombre de Ennis del Mar pues pensaba que era necesario que él supiese esta historia, y también usted, señora Twist. Al enterarme de que había salido de viaje no me costó imaginar que me había ocultado la existencia de este señor para indagar por su cuenta... muy mal, señora Twist, ocultando información a los agentes de la ley, seguro que si me lo propusiese podría denunciarla por algo, obstrucción a la justicia o que-se-yo -Lureen solo le contemplo un segundo con gesto de alarma antes de volver a centrarse en el televisor-... así que el resto es fácil: dí con el señor Ennis, el me dijo que usted estaba aquí y ahora que estamos todos juntos vamos a organizar una "reunión de buenas intenciones", solo que tendremos que viajar un poco - volvió a meter la mano en su americana y sacó un papelito doblado que tendió a Ennis- Creo que la dirección les será familiar.
Ennis desplegó el papel y al momento sus ojos se abrieron como platos. Sin decir palabra se lo pasó a Lureen. Ella lo retuvo un instante contemplando el rostro de sincero asombro del hombre, luego lo leyó.
-... pero esta dirección es...
Ennis asintió.
- ...mis suegros... ¡la madre de Jack!"
EL VIAJE DE LUREEN ( 9ª PARTE )
"El viaje a Lightning Flat fue, como venía siendo habitual, silencioso, bajo un cielo azul blanquecino que se imponía sobre la vegetación, los edificios y las personas, sin dejar espacio para nada que no estuviese pegado al suelo. Lureen conducía tras el coche de policía, con Ennis del Mar sentado a su derecha sin abrir la boca. No recordaba haberle oído decir una palabra desde que se encontró con él por la mañana en el recibidor del motel.
"Anoche debió agotar conmigo toda la retórica de la que era capaz para los próximos diez años" pensó con una sonrisa carente de humor. No había nada de divertido en aquella historia, de hecho si lo pensaba bien era lo más triste que había vivido jamás: el amor sin futuro de Ennis y Jack... los años que perdió volcada en su negocio sin conocer a su marido... la muerte de Jack, de momento impune, tan sórdida, tan cruel... y ahora la madre de Jack buscando inutilmente una aclaración al asesinato de su hijo.
"Cuanto dolor... ¿cómo nos hemos visto todos atrapados en este juego? Yo, mis padres, hasta mi hijo va a vivir con las consecuencias de este cuento..."
Y a pesar de todo no podía dejar de sentirse conmovida por Ennis. Ahora le espió de reojo, su sempiterno sombrero sobre el regazo y las manos cruzadas sobre él, los hombros un poco caídos hacia delante por efecto de un peso invisible y la vista perdida en el monótono paisaje. A ella todo le parecía terrible pero a Ennis simplemente le desbordaba, no parecía capaz de asimilar todo lo que les había venido encima,le sentía tan indefenso y vulnerable como un niño. Tenía la sensación de que Ennis no entendía lo que sentía dentro, no sabía como había sucedido todo, la llegada de Jack había puesto patas arriba las sencillas reglas que regían su vida y ahora no comprendía nada. Mientras Jack estaba vivo quizás todo había tenido un sentido para él ( "Jack era el sentido" ) pero ahora el mundo y su existencia eran un acertijo sin solución.
Extendió una mano y oprimió suavemente su brazo, logrando hacerle dar un respingo en el asiento por el sobresalto.
"Anoche debió agotar conmigo toda la retórica de la que era capaz para los próximos diez años" pensó con una sonrisa carente de humor. No había nada de divertido en aquella historia, de hecho si lo pensaba bien era lo más triste que había vivido jamás: el amor sin futuro de Ennis y Jack... los años que perdió volcada en su negocio sin conocer a su marido... la muerte de Jack, de momento impune, tan sórdida, tan cruel... y ahora la madre de Jack buscando inutilmente una aclaración al asesinato de su hijo.
"Cuanto dolor... ¿cómo nos hemos visto todos atrapados en este juego? Yo, mis padres, hasta mi hijo va a vivir con las consecuencias de este cuento..."
Y a pesar de todo no podía dejar de sentirse conmovida por Ennis. Ahora le espió de reojo, su sempiterno sombrero sobre el regazo y las manos cruzadas sobre él, los hombros un poco caídos hacia delante por efecto de un peso invisible y la vista perdida en el monótono paisaje. A ella todo le parecía terrible pero a Ennis simplemente le desbordaba, no parecía capaz de asimilar todo lo que les había venido encima,le sentía tan indefenso y vulnerable como un niño. Tenía la sensación de que Ennis no entendía lo que sentía dentro, no sabía como había sucedido todo, la llegada de Jack había puesto patas arriba las sencillas reglas que regían su vida y ahora no comprendía nada. Mientras Jack estaba vivo quizás todo había tenido un sentido para él ( "Jack era el sentido" ) pero ahora el mundo y su existencia eran un acertijo sin solución.
Extendió una mano y oprimió suavemente su brazo, logrando hacerle dar un respingo en el asiento por el sobresalto.
- ¿Te encuentras bien?
El se encogió de hombros y se giró un poco más hacia la ventanilla, como si quisiese evitar cruzar sus ojos con los de ella. Lureen no insistió y continuaron viaje hasta llegar por fin al pequeño rancho de los padres de Jack.
El policía ya había parado el coche y les esperaba frente a la puerta de entrada con su expresión habitual de suficiencia. Antes de que ellos detuvieran el vehículo la madre de Jack salió al porche, alertada por el ruido de los motores.
A Lureen le costó terriblemente decidirse a poner el pie fuera ante la vista de su suegra. Estaba tal y como la recordaba, el rostro apacible, un sencillo vestido floreado y unos ojos claros que hablaban de Jack. Nunca había sentido el menor interés por la mujer, ni siquiera se había molestado en tratar de conocerla, sus suegros eran una molestia inevitable que iban asociados a su marido, y ella había evitado el contacto en la medida de lo posible durante todos sus años de matrimonio. Recordó haber visto a su suegra fugazmente durante el funeral de Jack, habían tenido que sacarla fuera de la capilla porque se había mareado durante la ceremonia, y Lureen se preguntó en aquel momento como era posible que aquella gente no pudiese guardar la compostura ni tan siquiera en esas circunstancias.
Ahora se sentía tan avergonzada y tan lejana a aquella mujer que no era capaz de mirarla a la cara. Vió bajar a Ennis con el mismo aire de chico tímido y se sorprendió al ver el afecto con que su suegra le abrazó.
- Ennis, hijo -le oyó decir-.
Después los tres, ella, Ennis y el policía se volvieron hacia el coche esperándola, así que tuvo que bajar venciendo toda su resistencia interna. En el exterior no se oía ni un ruido, tan sólo un pájaro lejano.
"Lureen" dijo la madre de Jack tendiéndole una mano, y ella sin saber porqué se puso a llorar. Era como dejar abierta una compuerta que durante aquellos últimos días a duras penas había soportado la presión, de pronto había reventado y pensó que no iba a detenerse nunca.
- Vamos dentro - le animó la mujer rodeándola con un brazo- Prepararé un poco de té.
Un momento después estaban los cuatro sentados a la mesa. Escuchaba vagamente al policía comentar algo de lo que ya les había dicho a Ennis y a ella en el motel, mientras la madre de Jack asentía despacio con las manos en el pecho.
- Entonces no ha servido de nada - la oyó decir Lureen-...toda esa gente va a salir impune después de lo que le hicieron a Jack.
Pensó en el papel que su padre pudo haber tenido en aquel drama y se estremeció de vergüenza.
- No debemos perder la esperanza, pero hay que ser pacientes -respondió el policía- Como ya les dije a ellos, hay muchas personas implicadas, al menos indirectamente. Queda un largo camino por recorrer.
Lureen se sentía desfallecida pero cuando todos callaron pudo reunir fuerzas para dirigirse a la mujer.
- Porqué no me dijiste nada... Porqué no me avisaste de que pensabas hacer esto...
- No lo habrías aceptado... si yo te hubiese insinuado tan siquiera algo... hija, tu y yo nunca hemos sido amigas, no recuerdo haberme sentado a hablar contigo más de dos minutos seguidos... y bien sabe Dios que habría querido pasar más tiempo juntas, haber visto crecer a mi nieto... - ahora sonrió con tristeza- ... no te culpo, sé que tu eres una mujer trabajadora, siempre has estado muy ocupada. Yo he estado orgullosa de que Jack encontrase una esposa emprendedora como tu, capaz de llevar su propia empresa... eres todo lo que yo nunca he sido, y me he sentido feliz a pesar de todo porque sabía que aunque estaba lejos de mi, Jack tenía alguien fuerte a su lado en quien apoyarse... sabes, en el fondo él nunca dejo de ser un chico... -los ojos se le anegaron de lágrimas- ... ¡mi chico!... Necesitaba una persona como tu, nunca lo dudé... pero cuando ha sucedido esto no sabía como podías reaccionar, quería estar tan segura, presentarme con algo sólido delante tuyo, no quería daros un disgusto innecesario a ti y a tus padres, ¿me comprendes?
Lureen se levantó bruscamente y fue hasta una ventana, dándoles la espalda a todos para que no la viesen llorar otra vez.
- Bien, pues ahora ya lo sé -dijo sin apartar la vista de las tierras llanas y baldías que rodeaban el rancho hasta perderse en el horizonte- Ahora qué es lo que toca... cual es el siguiente paso, si es que hay más pasos que dar... ¿O es que hemos llegado a algún sitio?
Nadie contestó.
Pasado un momento interminable, Ennis preguntó:
- ¿Y el padre de Jack?
-... él tuvo un amago de infarto hace una semana y está hospitalizado en la ciudad... El... el nunca ha aceptado la forma de vivir de Jack... no es un mal hombre, pero tanta amargura dentro le está envenenando. Gracias a que él no está he podido "meterme" en estas cosas - miró con preocupación a Ennis y luego a Lureen que seguía de espaldas- ...ahora pienso que soy una vieja tonta y que solo os he causado dolor, pero era por Jack, debíamos hacerlo por él...
Extendió los brazos para coger una de las manos de Ennis.
- Y todavía hay una cosa más que hemos de hacer, lo sabes, ¿verdad?
Ennis tardó en responder.
- Pero el señor Twist dijo...
- El señor Twist agradecerá que descarguemos ese pecado de su conciencia -atajó la mujer con firmeza-.
- ¿De qué están hablando? -preguntó el policía-.
Ennis y la madre de Jack siguieron con las manos cogidas sin contestar, solo mirándose a los ojos, cerrando el círculo de la historia.
Brokeback Mountain.
Lureen está sobrecogida por la belleza del lugar. El cielo es radiante, duele mirarlo, tan solo un par de nubes blancas vagan por el azul perfecto. Dominándolo todo, al fondo, está la montaña, y piensa que todo ha empezado en ella y todo termina en ella, ha sido el principio y el fin y mientras todos han ido, venido, sufrido y llorado, la montaña ha seguido allí, esperando, se ha cubierto de nieve y se ha llenado de flores nuevas, pero ha continuado imperturbable. Piensa que en el fondo para la montaña todos ellos no valen más que las diminutas flores amarillas que adornan la hierba bajo sus pies, igual de pequeños, igual de transitorios.
Se vuelve hacia Ennis que permanece a su lado sin decir nada y tiende la mano. El abre la vasija que lleva a cuestas desde primera hora de la mañana y la deja que introduzca los dedos en esas cenizas que son como arena. La ve atrapar un puñado, levantarlo al sol y dejarlo resbalar poco a poco entre los dedos, preguntándose mientras la mira si parte de su amor se dispersa y desaparece con aquel gesto rumbo al valle que se extiende ante ellos.
“Era aquí donde querías estar” piensa con los ojos llenos de lágrimas. Se vuelve hacia Lureen y ella asiente con una sonrisa, sus ojos también relucen, no hace falta decir más.
Coge impulso y lo vacía todo contra el cielo.
Jack es una nube de polvo gris que poco a poco se dispersa y acaba confundiendose con la luz de la mañana.
Después se dan un abrazo, primero breve, luego descargan mutuamente su pena, y quedan ante la montaña mucho tiempo, con los pájaros chirriando sobre sus cabezas y una promesa de primavera en el aire."
EL VIAJE DE LUREEN: EPÍLOGO
... nadie estuvo allí, no estuvo Lureen, no estuvo Ennis, no estuvo su madre, nadie pudo presenciarlo y seguramente nadie habría querido estar allí sino hubiese sido para evitarlo. Esta es la dolorosa última pieza, sin ella Lureen no hubiese empezado su viaje, sin ella Ennis del Mar no estaría dejando escapar su vida mientras escucha el viento del desierto azotar su caravana, sin ella la historia no sería la misma y quizás ninguno de nosotros estaríamos en este punto...
Este es el principio y también el final de este cuento:
LA MUERTE DE JACK TWIST
Sol del mediodía.
Jack conduce silbando, quizás piensa en Ennis del mar, quizás sólo es un buen día, quizás pensar en Ennis le hace tener un buen día.
Al final de la carretera el calor dibuja charcos de mentira en el asfalto, y Jack se pregunta cuánto tendría que correr para pasar sobre ellos antes de que desaparezcan y hacer saltar agua de mentira sobre la tierra reseca. Hace este camino a menudo antes de volver a casa porque esos cielos infinitos y la llanura le hacen recordar Brokeback.
“Porqué la llanura me trae a la cabeza la montaña”, se dice sonriendo. “Será el silencio”.
Un pequeño punto en el camino se hace grande, toma la forma de un todo terreno parado en el arcén. Hay tres hombres junto a él de pie, simplemente mirando, como si estuviesen esperando verle aparecer. Uno de ellos levanta un brazo, es un saludo o un gesto pidiéndole que se detenga.
Son rostros conocidos, los ha visto en las fiestas vecinales, en las tiendas, se cruza con algunos de ellos cada día en las calles del pueblo.
Aminora la velocidad y se detiene unos metros más allá. Baja de su furgoneta con una sonrisa, está radiante, lleva una camisa negra que Lureen le regaló con resaltes blancos en los bolsillos, unos vaqueros y una botas nuevas que estrenó la semana pasada. Además hoy, sin saber porqué y aunque a ella no le gusta, ha rescatado del armario el viejo sombrero de sus tiempos de “pastor de ovejas”, y cuando pisa el suelo realmente parece el rey de la carretera.
-Que tal, amigos. Puedo ayudarles en algo...
Nadie se mueve hasta que él ha dado unos pasos hasta ellos...
(...”hasta que están seguros de que no me dará tiempo a volver a la furgoneta...”)
...entonces bajan dos hombres más que hasta entonces estaban en el otro vehículo y él no había visto. En total son cinco.
Se detiene y la sonrisa todavía flota unos segundos en sus labios antes de desaparecer.
-¿Todo va bien?
Dos de ellos llevan en la mano uno de esos gatos que se utilizan para cambiar una rueda, pero sus ojos están llenos de sombras.
Uno, el más mayor, da un paso adelante y dice sonriendo:
- Que tal, señor Twist. ¿De vuelta a casa tras tirarse a uno de esos mejicanitos en la frontera?
El mensaje de “peligro” llega demasiado tarde. No se oye ni una mosca pero el aire vibra, el calor es algo sólido en torno a ellos y Jack casi puede oir girar las ruedas del destino, siente las grandes piezas que se mueven bajo sus pies conformando la nueva escena que supone el fin de su existencia.
Se seca el sudor de la frente con el dorso de la mano, piensa si debe decir algo o simplemente marcharse. Se decide por lo último pero al darse media vuelta descubre que dos de ellos se han situado entre él y la furgoneta sin que él se de cuenta de cómo han llegado hasta allí.
- No sé que demonios pasa aquí, pero no voy a escuchar ni una mierda más. Me marcho.
- ¿Una mierda? –dice uno de los que le cortan el paso, y Jack se asusta de ver lo joven que es y el odio que le brilla en la mirada- Tú eres una mierda. Un maricón de mierda.
No le da tiempo a decir nada, algo metálico salido de no sabe donde traza un semicírculo plateado en el aire y se estrella contra su cara, oye crujir su pómulo y el mundo estalla en una luz blanca.
“Jack”, oye decir, y juraría que es la voz de Ennis del Mar.
Abre los ojos, parpadea convulsivamente, quiere decir algo pero siente la boca llena de un líquido caliente y salado. No sabe cuando ha caído al suelo, sólo ve pares de botas a su alrededor y nota el sol en la piel ardiendo, impasible como un testigo mudo.
- No queremos degenerados como tú en estas tierras, Jack Twist. Vamos a hacerte sentir ganas de abandonarlas para siempre.
De pronto no se siente allí, nota unos golpes más, siente que le arrastran por los tobillos hacia la cuneta y al mirar hacia atrás ve su viejo y querido sombrero en mitad de la carretera. Extiende los dedos hacia él diciendo:
“Ennis...”
Lo demás, indescriptible.
El amor y la vida a ratos son dulces, amables, pero a ratos son caballos desbocados, en esos momentos sólo podemos agarrarnos a sus crines y dejarnos arrastrar donde nos quieran llevar.
Esta pequeña recreación es culpa de dos personas: de mi querida Ana del Sur del Mundo, que un día me hablo sobre como ninguno deseábamos enfrentar la muerte de Jack Twist, que en el fondo todos deseamos creer la historia del accidente cambiando una rueda... El otro responsable es mi amigo JoeTry, cuando mencionó que el relato de Lureen podría ser un homenaje a Matthew Shepard y a todas las personas que son asesinadas gracias a la intolerancia de los seres humanos... creo que incluir este epílogo justifica el susodicho homenaje... ¿qué porqué me “recreo” yo en elaborar esta escena que Ang Lee nos ahorró? Pues (aparte de porque me da la gana), para remover conciencias. Porque sin que haga falta que apaleen ni asesinen a nadie, hay mucha gente que sufre en sus vidas cotidianas por la falta de comprensión y de respeto de la gente que les rodea: en los pueblos, en los colegios, incluso hasta en sus propios hogares...
Por eso la moraleja de la historia deseo que sea esta:
Que nadie tenga que padecer más por la violencia de sus semejantes. Que nadie tenga que sufrir por su diferente forma de entender el amor. Por fortuna cada vez es menos frecuente ( o eso es lo que este Angel desea creer ) pero el mensaje de hoy es: que ningún Jack Twist de los que hay en el mundo tengan que morir por amar libremente.
Si gracias a Brokeback Mountain una sola persona ha hecho suyo ese mensaje, ya merece ser una película para la historia.
4 comments:
La muerte de Jack Twist....la vi en el cine la primera vez y no volví a verla, cerraba los ojos. Cuando fuiste colgando esta historia temía que llegara, la leí, lloré; ahora he vuelto a leerla y he vuelto a llorar.
He leído muchas cosas tuyas; pero el viaje de Lureen es lo más hermoso, lo más elegante y lo más tuyo que has escrito.
Gracias por recordarlo.
"- ¿No te gusta la realidad, Lureen?... A mi tampoco. Porque quería a tu marido más que a nada en el mundo y él me quería a mi, pero no tuve... no tuve valor, fui un cobarde, por eso le perdí y con él perdí todo lo demás..."
Creo que he llorado más con este párrafo tuyo puesto en boca de Ennis, que con la propia historia en el cine.
Es verdad... nuevamente las lágrimas, nuevamente la historia que compartimos como un tesoro. Otra vez.. un angel..
Un privilegio haberte leido entonces, descubriéndote, haber sido simiente de ese comienzo... ¿te acordás de aquellos e-mails en los que hablamos de los personajes femeninos, de lo que nos provocaron una y otra..? Parece que hubiera sido hace tanto, tanto, tanto... cuánto estamos viviendo hoy ¿verdad?
Mis besos, para el rey de los puntos suspensivos... para el ángel que llevo en mi corazón.
...
DESDE ANTES DE SABERLO, YA ESTABAMOS JUNTOS... AHORA SERA POR SIEMPRE...
ANCRIS.
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