Sunday, November 19, 2006

El Corazón Del Angel

..en este rincón guardaré cosas del pasado y después, todo lo que vaya llegando, una especie de "grandes exitos" de uno mismo...para empezar, voy a rescatar y a quitar el polvo a los cuentos de Brokeback, por sumergirme un poco en el pasado y revivir los recuerdos...
Para empezar, mi querido diario de Ennis. Fue tan facil ponerse en su piel y tan facil darle mi voz para pronunciar sus palabras... aquí queda rescatado de una pieza.

DIARIO DE ENNIS DEL MAR (1ª PARTE)

No sé como reuno la fuerza y el coraje para escribir estas líneas, en estos instantes de mi vida con la Muerte rondando mi caravana... por la noche oigo los pliegues de su negro manto rozando el suelo, los cristales de las ventanas, y su voz, que es dulce como la voz de Jack en la penumbra, su voz me dice: "Se acerca la hora, Ennis. ¿Estas ya preparado para viajar conmigo?"
... yo siempre le respondo que no, porque aunque soy viejo y estoy tan cansado, me aferro a las sabanas y lloro como un niño, sigo agarrándome a la vida porque todavía queda una cosa por hacer. Se lo digo a la Muerte y Ella suspira, su suspiro es más fuerte que el viento que hace vibrar mi caravana, consigue que mi corazón se detenga un instante, pero después continúa latiendo, golpeando mi pecho como un chico descontento golpea el plato que no desea seguir comiendo.
Y la Muerte ahí fuera susurra con la dulzura de una enamorada "No puedo esperarte siempre, Ennis del Mar. Por hoy está bien, seguiré mi ruta, pero recuerda que sigues en mi camino, cada día mi sendero se cruza con el tuyo."
...en cierto modo desearía abrir la puerta y terminar, pero aún hay algo que deseo hacer antes de irme. Porque aunque mi cuerpo se ha encogido y arrugado como un papel en la hoguera, mi amor nunca ha envejecido, ha continuado brillando cuando la oscuridad me cegaba, cuando la esperanza se había perdido, en ocasiones ha sido la única fuerza para seguir viviendo... y es lo que deseo dejar en estos papeles, por mis hijas, para que consigan entenderme, y por Alma, que pueda comprenderme y si es posible disculparme. Porque Alma, te quise tanto como me es posible querer a una mujer, pero desde el principio hubo una verdad irrefutable, esa verdad era Jack Twist, y después de Jack... después de Jack no hubo más.
Por eso, para que puedas sentir el deseo de explicar alguna vez a las chicas que el viejo Ennis del Mar no fue un mal hombre después de todo, para que me puedas recordar sin amargura , te voy a contar una historia:
"Erase una vez un chico, erase una vez un día recién empezado el verano, erase una caseta con una puerta cerrada, entonces se escuchó el ruido del tubo de escape de una vieja furgoneta y de pronto... cielo santo, Alma, de pronto el mundo saltó en pedazos, de pronto todos los relojes se pusieron a cero y la vida empezó a contar desde ese instante. Apenas se abrió la puerta de esa furgoneta y ví aquellos ojos azules supe que yo...
...supe que mi vida..."
...las lágrimas, mis viejas amigas, no me dejan ver el papel. Ellas nunca me han abandonado, ni siquiera ahora que estoy muriéndome en este trasto, abandonado por todos.
Mis lágrimas. Si por cada lágrima te devolviese una gota de vida, vivirías mil años, Jack Twist. Si por cada gota de mi sangre consiguiese un nuevo latido de tu pecho, me habría estrujado como un limón hasta quedarme seco... pero no ha sido así, y después de tanto tiempo todavía no puedo soportarlo, ¡Dios!, no puedo decirlo en voz alta:
Jack Twist ha muerto.
...y me maravillo del milagro de que él no este y yo haya podido seguir aquí, aunque sea llorando, para recordarlo. ¿Como lo has hecho, corazón? ¿Como has seguido latiendo, un día tras otro, si ya no había motivos para hacerlo?...
Necesitaré un día más, Muerte. Al menos un día más para contar mi historia.

EL DIARIO DE ENNIS DEL MAR (2ª PARTE)


“Ennis...”

Me he despertado de un salto, porque he oído su voz tan clara como si estuviese a mi lado, casi he sentido sus labios rozándome el cuello cuando ha susurrado mi nombre...
Pero no había nadie, solo la luz de un alba gris y mi pequeño universo de siempre; la cafetera abollada, un par de cacharros sucios sin fregar, la ropa de ayer hecha un ovillo en el suelo, y en medio de todo eso, junto a la ventana, la postal amarillenta de Brokeback clavada en la pared con una chincheta. Solo eso, Alma, solo eso dignifica mi vida, solo por lo que esa postal representa yo dejo de ser otro viejo vaquero demasiado aficionado a la cerveza y me convierto en alguien diferente, de pronto Ennis del Mar deja de ser un tipo de quien nadie se acuerda y pasa por encima de todo eso, lo que ese amor ha hecho en mi...

...contemplando la postal desde la cama la he visto vibrar suavemente y mecerse bajo los efectos de una brisa invisible. Por eso creo que hoy es el día, Alma, creo que hoy definitivamente voy a acompañar a la Muerte, porque siento cosas, todo es lo mismo pero a la vez todo es diferente, y creo que sin hacer mucho esfuerzo podría ver a jack Twist en aquel rincón igual que a los 19 años, las manos en los bolsillos de su chaqueta y la mirada baja, con una media sonrisa como si supiese un secreto que no quisiese contar. Mi madre me dijo una vez que los que van a morir pronto son quienes más fácilmente se comunican con el Otro lado, por eso creo que me está pasando lo que me está pasando...

...sabes, Alma, hace solo un instante estaba con Jack, los dos desnudos sobre una roca caliente por el sol de verano, en sus ojos bailaba la risa cuando me ha gritado:
“¡Salta, Ennis!”
Se ha tirado al agua. Yo he estirado los músculos ( unos músculos que no recordaba, largos y flexibles como los de un gato ) y me he lanzado tras él.
Te juro que era todo tan real, tengo presente la sensación de mi piel caldeada por el sol y el súbito impacto del agua helada, el golpe en el corazón, y un mínimo instante de pánico en la penumbra fría y azul hasta sentir una mano, la he agarrado y ha tirado de mi hacia arriba.
“Joder, está helada”, me ha dado tiempo a decir al sacar la cabeza, después Jack me ha abrazado, su cuerpo estaba frío y resbaladizo pero a la vez era acogedor, me he fundido contra él buscando eliminar cualquier resquicio, intentando llegar al calor que sabía guardaba en su interior, y así entrelazados nos hemos hundido otra vez... él ha perseguido mis labios con los suyos y su lengua en mi boca se ha mezclado con el sabor verde del río.
Entonces ahí abajo he pensado: “Dios mátame ahora y ahórrame todo el resto. Déjame morir aquí y prolongar este instante para siempre, Jack y yo, nada más, y el tacto de su boca contra la mía...”
Quizás ese instante fue real, quizás intuí por un segundo mi futuro y de verdad deseé morir en algún momento de aquel verano que marcó principio y final de nuestras vidas...
He visto a Jack sonreírme bajo el agua, su rostro más hermoso que nunca en medio de un torbellino de burbujas , he leído su nombre en mis labios (“ Ennis” ) y aunque no debiera haberle podido escuchar su voz ha sonado tan clara y alta que me ha traído al presente...

...estoy temblando, en la confusión del despertar creía que era efecto del frío del agua, luego he caido a la realidad como quien cae a un pozo repleto de cristales, me repongo del dolor y me dispongo a terminar el diario más breve jamás escrito, el diario de Ennis del Mar. Porque lo empecé la pasada noche y hoy cuando se ponga el sol pienso estar esperando a la Dama Negra sentado en esa silla, con mi viejo sombrero, las únicas botas buenas que aún me quedan y dos camisas, la mía y debajo la de Jack Twist, porque quiero darle a la Muerte alguna pista de donde quiero llegar... no sé, Alma, yo sigo llevándome su camisa a la cara y percibo su aroma, cierro los ojos y me parece sentir el olor genuino de Jack Twist, pero ya no sé si es que yo lo guardo con tanta claridad en mi recuerdo que... que es solo otro sueño...
...Alma, ¿reconocerá aún la Muerte la pista de Jack? ¿podrá leer su nombre en esta vieja camisa?Porque sabes, hace tantos años,está tan vieja y apolillada, y yo...no tengo más, Alma, no me queda nada más...
...

Dios mío, ¿va a ser así de difícil hasta el final?...

EL DIARIO DE ENNIS DEL MAR (3ª PARTE)


(...y última, tranquilos. Quien haya llegado hasta aquí ya se merece una estrellita dorada...)


Sabes, Alma, no sé cuanto tiempo he pasado aquí tumbado con la camisa de Jack entre los brazos, pero ha habido un momento en que él ha aparecido, estaba tumbado a mi lado, nos mirábamos uno a otro y no pasaba nada, el solo me sonreía con esa sonrisa genuina marca Jack-Twist y me he sentido tan dichoso que no he querido moverme, porque una parte de mí sabía que no era real, que si extendía mis dedos para rozar su mejilla mal afeitada se desvanecería como el humo...
...así he aguantado cuanto he podido hasta que él se ha incorporado, se ha puesto en pie y ha desaparecido. He oido un suspiro, ha sido un poco como aquel que escuché de la Muerte pero más dulce, más necesitado de mi protección, de mi afecto, y ha conseguido que por enésima vez en esta historia llore ante la impotencia de querer abrazarlo y no conseguirlo.
Ahora oigo tu voz, Alma, te escucho decir: “Que bello amor, Ennis del mar. Dime cuando te he causado yo tanto dolor y tanto llanto. ¿Eso es lo que necesitabas para ser feliz?”...

De pronto te veo aquí como te veía cuando regresaba a casa después de un tiempo, un poco borrosa tras el reflejo de los cristales. ¿Es que tú también has muerto, Alma? Llevas una chaqueta marrón sobre un sencillo vestido floreado, estas sentada, las manos cruzadas sobre la mesa y el rostro oculto por el cabello. Quizás estoy invocándote con mis palabras, intentando visualizarte para explicarte, para contarte...

En esta caravana repleta de fantasmas tomo una decisión absurda. Contigo sentada en la mesa y la sombra de Jack Twist escabulléndose tras cada mueble, metiéndose bajo la cama y tapando un momentáneamente la luz que entra por los cristales, en medio de todo ese despliegue sobrenatural me acerco a la pila y me pongo a afeitarme, dejo mi cara como el trasero de un recién nacido, lo froto con jabón intentando eliminar las huellas del tiempo, luego me enjabono el pecho, las axilas, me mojo el cabello, termino por desnudarme y me enfundo el uniforme prometido: las botas relucientes, unos tejanos limpios (“algo limpio en esta casa, quien lo iba a decir”, te oigo mascullar), la camisa de Jack sobre mi piel y encima la mía, la que él guardaba. Me pongo el sombrero de las ocasiones especiales y listo para un rodeo... esta noche voy a cabalgar sobre el lomo del diablo, Alma, pero antes de ese viaje sin retorno voy a dejarte algo que me justifique, que me disculpe, para que si no perdones al menos comprendas...
Amo a Jack twist, lo amaré para siempre, y aunque aquel verano se redujera a una sola tarde en sus brazos y mi infierno sin él se alargase por un millón de años, aún así aceptaría el trato, porque no concibo mi vida sin él, porque si en algún sitio Alguien escribe las razones por las que las personas vienen a este mundo, en mi página solo está escrito su nombre.
No puedo decirte otra cosa, aunque siento tu dolor. No puedo hacer otra cosa que la que hice. No puedes pedir a un pájaro que no vuele buscando el cielo, ni a una planta que no hunda sus raíces en el suelo buscando el agua, ni convencer a un caballo para que no desee galopar por la llanura dejando tras de sí nubes de polvo. Del mismo modo no puedes pedir a Ennis del Mar que no ame a Jack Twist, porque ese amor es tan intrínseco a mí, está tan debajo de mi piel como mi carne y mis huesos, es mío como el color de mis ojos, mi manera de andar o el movimiento de mi pecho al respirar.

...mi traición. Mi gran engaño. Lo sé. Porqué me casé contigo, porqué no te dije “esto no puede ser” y me fui a buscar a Jack.
Claro que hice mal. Arruiné tu vida, arruiné la de Jack y he estado viviendo con mi propia ruina hasta este momento. Ennis el exterminador. Me hundí y arrastré conmigo las vidas de todos los que estaban a mi lado. El peor problema de Ennis del Mar es Ennis del Mar. Mi miedo a arriesgar, mi miedo a la derrota, mis dudas y mis preguntas. Fui tan estúpido que pensé que podría curarme de este amor como quien pasa un sarampión, creía que una vez casado contigo lo olvidaría e iría desapareciendo con cada vez que yo te hacía el amor con furia y desesperación, practicando con el acto un extraño autoexorcismo que pretendiese sacar del alma todos mis demonios. O por lo menos un demonio en concreto..

“Pobre Ennis del Mar. Has conseguido despertar mi compasión” te oigo decir desde la mesa, “Ya me das pena. ¿Es eso lo que querías conseguir?”

Mi risa suena clara como un arroyo fresco corriendo sobre una ladera.

No Alma, no. Lo que quiero que entiendas es lo mucho que le agradezco a Dios este amor, éramos dos hombres más pero cuando nos tocó, nada volvió a ser lo mismo, hizo magia en nosotros... Aquel sentimiento dio sentido a mi vida, alimentarlo en mi pecho hizo que desease seguir vivo cada mañana, para que siguiese creciendo dentro de mí y me llenase con sus aromas y colores. Si ahora Ennis del Mar se partiese en dos, dejaría el suelo lleno de flores, las que Jack sembró y que durante todos estos años no han parado de crecer...
¿Podrás explicarle esto a las chicas, Alma? ¿Podrás decírselo para que puedan entender a su padre?...

Llaman a la puerta.

“Es demasiado pronto, todavía no ha anochecido, no puede ser Ella” pienso presa del pánico. Aún así abro la puerta, tengo que demostrar un resto de orgullo y no esconderme debajo de la cama para que no pueda verme...

Eres tú, Alma, sonríes un poco embarazosamente, y a pesar de las huellas que los años han dejado en tu rostro, tu cara me resulta tan hermosa como el día que nos casamos.

- Hola... ¿Puedo pasar?

Me vuelvo un momento porque creo que tu otro yo, el espectral, con quien estaba hablando y que estaba sentado en la mesa, sigue allí pero alí ya no hay nadie, ni siquiera veo el espíritu juguetón de Jack jugando al escondite entre mis trastos.

- Claro... Esto está un poco desordenado, últimamente ando ocupado, sabes, y no tengo mucho tiempo para ocuparme de la casa.

Tu das un paso y contemplas el interior con una leve sonrisa empapada de compasión y tristeza.

“No, Alma, no. No tengas lástima de mi. Es justamente eso lo que no quiero que pienses.” me digo.

- No te preocupes. Hay días en que tenemos que hacer un verdadero esfuerzo para hacer la cama, ¿verdad Ennis?

Me sonríes y ahora la compasión ha desaparecido, es simplemente una sonrisa que te hace más bonita.

- Al menos hay una silla libre –bromeas y te sientas en el mismo sitio donde tu fantasma ha estado hace unos instantes. Irracionalmente pienso que la Alma del otro mundo va a dar un grito de protesta cuando caes sobre ella, pero si seguía allí, no dice nada-.

Me siento al otro lado de la mesa, un poco nervioso.

- Que sorpresa, Alma. No sé cuanto tiempo hacía que tú y yo no...
- Pasaba por aquí cerca y pensé que sería buena idea acercarme a saludarte.

Pienso que mientes, por eso de pronto me inundan presagios funestos:

- ¿Se trata de las chicas? ¿Le ha pasado algo a las chicas?

- ¡No, Ennis, no, tranquilo! Las chicas están bien. Pero se preocupan un poco por ti, ¿sabes?... – haces una pausa como si te costase esfuerzo seguir hablando, pero continúas – Piensan que estás demasiado solo.

Doy un respingo cuando extiende su mano sobre la mesa y la coloca sobre la mía.

- Ennis, solo quería que supieses... en fin, hay un tiempo limitado durante el cual una puede llevar la amargura en su corazón. Al principio es tan fuerte que casi es lo único que te hace continuar luchando, alimentar ese veneno. Luego las cosas se suavizan, se hacen más dulces, no sé como explicarte. Ha pasado tanto tiempo que yo ya no puedo ni quiero seguir con ese sentimiento. Por eso quería decirte... vaya, si quieres venir algún día a comer a casa, o que nos reunamos los cuatro, las chicas, tú y yo, y pasemos un rato agradable como cualquier familia... Incluso puedo venir algún día a echarte una mano con este desastre –haces un gesto con la mano abarcando lo que nos rodea y tratas de sonreír, pero ahora veo auténtica tristeza en tus ojos-. Eres el padre de mis hijas y solo por eso te quiero, no deseo verte así, y ellas tampoco...Dios, ¿y si un día te pasa algo y estás aquí solo?... Acéptanos, Ennis. –parece que lees mi pensamiento porque añades- No es una limosna. Es una muestra de cariño, nada más.

No sé que decirte. De pronto parece el momento oportuno para hablar de lo que siempre estuvo ahí.

- Alma, en cuanto a Jack...

Ella niega con la cabeza pero su expresión es serena.
- No hay nada que decir sobre Jack. Lo tuyo con él fue exclusivamente vuestro... lo he pensado mucho, creo que solo es otra historia de amor, amor entre personas, con vencedores y vencidos. –levantas la mirada y tus ojos brillan- De alguna manera siento que vencisteis, Ennis. Tu sacrificaste tanto por ese sentimiento que debes aprender a abrazarlo y amarlo para seguir viviendo, como yo he aprendido a encajar mi derrota. Pero también he aprendido que mi vida será mejor si te quiero y te acepto como el padre de mis hijas y el hombre que una vez fue mi esposo. Creo que hay un hueco libre en mi corazón para ello...simplemente quería decirte eso, puedes contar con nosotras... Si todos nos comprendemos y aprendemos a vivir con lo que pasó, seremos personas mejores, ¿no lo crees así?... ¿Ennis?

No lloro, aguanto las lágrimas para que no pienses que soy un viejo bobo. Nos damos un breve pero cálido abrazo, luego te separas, me pasas dos dedos por la mejilla y dices:

- Mañana si quieres llámame y te ayudaré a poner un poco de orden en este sitio. Solo si tu quieres, ¿vale?...-luego me miras de arriba abajo con otra sonrisa como si me vieses por primera vez - Que guapo te has puesto, ¿esperabas otra visita?

Meneo la cabeza riendo y te ries también. Me das otro abrazo y sales de la caravana.

Paso un rato contemplando como tu coche se pierde entre los rojizos rayos de luz del atardecer. Estoy inexplicablemente contento cuando cierro la puerta y el espíritu de Jack también lo está, zumba por allí dentro como un abejorro encantado con la llegada del verano.
Aunque no sé si tiene algún sentido ahora, meto los papeles que he escrito en un sobre blanco, escribo en él “Alma” y lo dejo sobre la mesa.
Luego me siento en una silla de cara a la puerta y cierro los ojos. De pronto siento mi corazón ligero, mi espíritu es un barco que ha soltado amarras y comienza a desplazarse aguas abajo, rumbo al océano, libre al fin de todo lastre con el sol de poniente marcando en el horizonte el camino.

Solo tengo una duda.

Murmuro: “Jack, ¿estas ahí?”

Me responde el chirrido de armónica más espantoso que jamás he escuchado, rompo a reir y mi risa solo tiene 19 años, pero ahora queda una eternidad por compartir.

5 comments:

pon said...

En otras ocasiones he sido la primera en tu otra casita, y esta me toca también.
Me gusta tu salón, tu sofá y tu té.
Buena andadura, Un Ángel, que el cambio de plumaje te sea beneficioso.

Jose M. Zendoia said...

Está bien quitar el polvo a los "grandes éxitos" de uno mismo, cada uno se tiene que preocupar para que no se aje lo que más le gusta.

Anonymous said...

Genial!!

José L. Serrano said...

que alegría me ha dado llegar hasta aquí, y volver a brokeback por un ratito

Rosa said...

Ya es de madrugada y no importa, estoy leyendote de nuevo, arrullada por la bellísima voz de Enya. Cómo no he de recordar "El diario de Ennis"; sí lo llevó impreso entre mis relatos más queridos. Junto con aquellos cortitos de muchos que ya no andan por las montañas.
Sí te leo amigo mío, pienso que yo nunca podría escribir como tú...mi dulce amigo... recordar lo bueno...siempre, siempre.