Tuesday, November 21, 2006

Un sentimiento

...."¿has vuelto a Brokeback?", me preguntaba mi querida Pon... no sé porqué este repentino sentimiento de guardar y atesorar aquí, en el corazón del angel, estos pequeños esbozos que tan buenos recuerdos me traen, a la espera de empezar a colocar nuevas adquisiciones... probablemente nunca abandoné Brokeback, a pesar de los consejos de alguien querido que me animaba a bajar de la montaña y buscar mi vida real en el valle... no, nunca abandoné del todo estas montañas, ¿como abandonarlas?...

ESTE SENTIMIENTO




ESTE SENTIMIENTO

Este sentimiento...
Es tan grande como esa montaña, ¿la ves, Jack?, como la montaña que lo ha visto nacer. Es bello como este cielo inmenso que no acabo de contemplar nunca y que nos hace tan pequeños. Bello como los últimos rescoldos de la hoguera o la luz del amanecer vista desde dentro de tus brazos.
Este sentir me habla, susurra en mis oídos y a veces no sé si es tu voz o si es el viento entre los pinos, murmura en una lengua desconocida para mí, que nunca entendí el lenguaje del amor. Es algo tan hermoso, no sé explicártelo, nos hace más grandes, nos hace libres, siento que podemos enfrentarnos al mundo, me hace creer que esta vez de verdad va a salir bien, tu yo caminando de la mano sin mirar a un lado ni a otro, a veces nos miramos a los ojos, casi siempre en la misma dirección.
Ese sentimiento desmonta mis defensas, derriba mis barreras, entra como una ola furiosa barriendo todo lo que había en mí, se lleva mis miedos, mis prejuicios, arrasa con las maldiciones inculcadas desde niño. La maldita ola se lleva a Alma y todo lo demás, y cuando se retira en mi isla solo has quedado tú, desnudo, perfecto, en tus pestañas brillando unas gotas de agua salada y los labios entreabiertos de amor y de deseo...
No necesito más.
No necesito nada, ni siquiera esa granja juntos tú y yo, puedo morir aquí, abrazado a ti bajo este azul despiadado, apagarme poco a poco entre tus manos, puedo dejar irse poco a poco cada sentido hasta que el último que me quede sea el tacto de tu cuello en mis labios... que locura, que inmensa locura es, Jack, pero no quiero pensar en nada, no me importa nada, esta noche bailaremos tú y yo sobre el lomo del diablo, nos agarraremos a sus cuernos y correremos el rodeo más salvaje que nunca hayas soñado, con la luna y las estrellas ruborizadas como únicos testigos...
...eso es, Jack Twist, vamos a pintar de rosa la cara de la luna...

3 comments:

pon said...

No se pueden abandonar ya nunca. Pero a veces la ladera se empina más, o al costado aparece un precipicio y la subida es muy penosa, y la bajada es imposible...y así estamos, trepados a la montaña y agarrándonos donde podemos.

Anonymous said...

La montaña tiene la culpa...

Rosa said...

Pintar de rosa la cara de la luna; que se eclipsen las estrellas, que la hierba se humedezca del sudor de sus cuerpos amarrados, atados para siempre. Sí la felicidad dura unos segundos, unas horas, unos días...hay que aferrarse a ella con todo, después, después... al menos nos quedaran los recuerdos.
Yo me he quedado en la montaña, a veces bajo a la realidad, pero... afuera hace mucho frío, no hay hogueras que calienten, ni amigos que se sienten a charlas sin importar que las horas corran...que te miran a los ojos y te escuchan con el corazón.