Saturday, October 27, 2007

AMOR, AMOR, AMOR ( 3 ):Una historia de amor desmedida, salvaje y desaforada.


Cuando por fin volví a clase seguía siendo "el nuevo" y todo el mundo rehuía mi contacto como si padeciese algo contagioso. Pero no me importó cuanto al salir te vi sentado en las escaleras de entrada al instituto con el sol en el cabello y una sonrisa en la mirada.
No dije nada, solo me detuve frente a ti, paralizado ante tu sobria belleza.
"Has estado enfermo", dijiste.
Continué en silencio unos instantes, sonriendo sin querer.
"Y la furgoneta" pregunté.
"No la tengo siempre. Hoy mi padre tenía que comprar en la ciudad, tiene que venir a buscarme"respondiste con cierta tristeza. Luego recuperaste la luz en tu expresión y continuaste"...quería hablar contigo sobre lo del otro día."
"No me digas que me quieres pedir disculpas" dije en tono suave.
Ahora tu sonrisa se hizo resplandeciente.
"No. Quería decirte que fue maravilloso. Y que solo he pensado en ti desde entonces."
A pesar de rodearnos la pequeña algarabía de chicos y chicas en la salida de las clases, todo quedó en silencio, el universo se detuvo entre tu y yo.
"Sabes..."susurré con voz temblorosa"...desde el otro día, cuando cierro los ojos, solo veo ese campo amarillo y los cuervos, allí donde nos detuvimos."
Te levantaste para inclinarte sobre mi ligeramente.
"Y qué quieres ver la próxima vez que cierres los ojos para recordarme. Dímelo, y allí te llevaré..."
El sol se ocultó un instante tras una nube cuando añadiste:
"...para dejar otra huella en tu recuerdo."
Cerré los ojos y se me llenó la mente de calor y pájaros oscuros. Cuando volví a mirar la nube se había marchado y el mundo recobraba su color habitual, pero tu ya te alejabas con la mochila al hombro hacia la furgoneta que humeaba al otro lado de la calle.
"¡Espera!"grité, y te volviste un instante.
No tenía nada que decirte, tan solo deseaba retenerte un poco más.
"Estas noches..."continué tras tragar saliva con dificultad"...estas noches te vi...delante de mi casa..."seguías alejándote y tuve que levantar más la voz, haciendo reir a un grupo de chicas que pasaban a mi lado"¿Eras tu?...¿Eras tu?..."
Sacudiste la cabeza riendo y seguiste caminando, rodeado del resplandor dorado de aquel otoño.
(sigue)

2 comments:

Mar del Norte said...

Me encanta... Me encanta y me encanta... Te sigo aunque sea a escondidas...
1besote grandote

Rosa said...

"Y qué quieres ver la próxima vez que cierres los ojos para recordarme. Dímelo, y allí te llevaré..."
Que bonito, me ha encantado esa frase. Y sí era él, cuidando "en cierta forma" de su amigo enfermo... enfermo de amor y deseo.