Mi amor:
Te escribo desde la cubierta del “Estrella de Mar” unos minutos antes de nuestra partida, con la esperanza de que esta sea la primera de toda una colección de cartas y postales de este viaje en principio sin destino... O al menos, sin destino conocido por mi. La encantadora pero silenciosa Miss “Pa” ( ¿Paulette? ¿Paula? ¿Pandora?... lo ignoro ) se limita a sonreir y asentir cuando le hago cualquier pregunta sobre el tema. Suele ser su acompañante, una señora mayor con vestidos de cuadros escoceses y expresión de perro guardián en la mirada, la que contesta por ella en inglés: “ Es un viaje de placer, joven, limítese a disfrutar“. Su nombre es Miss SmithBack y creo que hace las funciones de doncella, tutora o algo parecido. El otro partícipe de nuestro viaje es Jean Pierre, un musculoso marinero de cabello negro y ojos claros cuya misión parece ser la de “hombre fuerte” de la expedición, el que trata con la tripulación y se encarga de todos los detalles técnicos. Solo habla en francés, lo cual justifica constantemente mi misión de intérprete en el viaje, ya que tiene que comunicarse sin cesar con Miss SmithBack y ninguno de los dos se desenvuelve en el idioma del otro... es una fortuna para Miss SmithBack no tener que escuchar los tacos y blasfemias con los que JeanPierre salpica cada una de sus frases (con estilo, debo reconocerlo)... En cuanto a Miss Pa, sé que habla inglés pero no sé si controla el francés o el español que he estado empleando en el puerto con quien fue necesario. Supongo que no, porque sino mi relevancia en la expedición se vería puesta en tela de juicio, pero observa todo con sus enormes ojos verdes con una leve sonrisa que me hace dudar sobre si realmente entiende o no. Deberías verla, posee una larga melena de color rubio ceniza que cuando la suelta -no muy a menudo, desde luego- roza su cintura, y casi siempre lleva vestidos un poco anticuados con faldas largas, talles ceñidos y grandes pamelas con las que se protege del sol. Cuando no estamos solos los cuatro suele cubrir su rostro con un velo tras el cual sus delicadas facciones se transforman en un dibujo borroso...es, como te digo, enigmática y al mismo tiempo espectacular dentro de su imagen de mujer sacada de otro tiempo....
¿Qué nos depararan los próximos días? ¿Porqué constantemente tengo la impresión de que-al menos Jean Pierre y yo- estamos formando parte de un plan desconocido para nosotros?
Oigo la sirena que anuncia nuestra partida, el cielo está blanco y azul, lleno de gaviotas chillando... Un golpe de brisa marina me aparta el cabello de la frente... ¿te lo imaginas?... es el comienzo de toda una aventura...
Voy a extrañarte muchísimo, en serio...
Un beso
Te escribo desde la cubierta del “Estrella de Mar” unos minutos antes de nuestra partida, con la esperanza de que esta sea la primera de toda una colección de cartas y postales de este viaje en principio sin destino... O al menos, sin destino conocido por mi. La encantadora pero silenciosa Miss “Pa” ( ¿Paulette? ¿Paula? ¿Pandora?... lo ignoro ) se limita a sonreir y asentir cuando le hago cualquier pregunta sobre el tema. Suele ser su acompañante, una señora mayor con vestidos de cuadros escoceses y expresión de perro guardián en la mirada, la que contesta por ella en inglés: “ Es un viaje de placer, joven, limítese a disfrutar“. Su nombre es Miss SmithBack y creo que hace las funciones de doncella, tutora o algo parecido. El otro partícipe de nuestro viaje es Jean Pierre, un musculoso marinero de cabello negro y ojos claros cuya misión parece ser la de “hombre fuerte” de la expedición, el que trata con la tripulación y se encarga de todos los detalles técnicos. Solo habla en francés, lo cual justifica constantemente mi misión de intérprete en el viaje, ya que tiene que comunicarse sin cesar con Miss SmithBack y ninguno de los dos se desenvuelve en el idioma del otro... es una fortuna para Miss SmithBack no tener que escuchar los tacos y blasfemias con los que JeanPierre salpica cada una de sus frases (con estilo, debo reconocerlo)... En cuanto a Miss Pa, sé que habla inglés pero no sé si controla el francés o el español que he estado empleando en el puerto con quien fue necesario. Supongo que no, porque sino mi relevancia en la expedición se vería puesta en tela de juicio, pero observa todo con sus enormes ojos verdes con una leve sonrisa que me hace dudar sobre si realmente entiende o no. Deberías verla, posee una larga melena de color rubio ceniza que cuando la suelta -no muy a menudo, desde luego- roza su cintura, y casi siempre lleva vestidos un poco anticuados con faldas largas, talles ceñidos y grandes pamelas con las que se protege del sol. Cuando no estamos solos los cuatro suele cubrir su rostro con un velo tras el cual sus delicadas facciones se transforman en un dibujo borroso...es, como te digo, enigmática y al mismo tiempo espectacular dentro de su imagen de mujer sacada de otro tiempo....
¿Qué nos depararan los próximos días? ¿Porqué constantemente tengo la impresión de que-al menos Jean Pierre y yo- estamos formando parte de un plan desconocido para nosotros?
Oigo la sirena que anuncia nuestra partida, el cielo está blanco y azul, lleno de gaviotas chillando... Un golpe de brisa marina me aparta el cabello de la frente... ¿te lo imaginas?... es el comienzo de toda una aventura...
Voy a extrañarte muchísimo, en serio...
Un beso
3 comments:
Arrea!!!
Buen Viaje! Le deseó al verlo partir, desde el puerto con un pañuelo blanco secando làgrimas y agitando la mano ella le dijo hasta pronto... Cuànto lo extrañará, y sin embargo está feliz de la aventura que emprendió...
Y la promesa de las cartas ha comenzado...
Buen viaje sí. Sí uno no se mueve de un mismo lugar, acaba por echar raices, como un árbol, y es bello ser árbol, pero también es triste, porque no ves más allá de´un limitado horizonte.
¡Viajero, que la vida te sea siempre propicia, ojála tu amada comparta de vez en cuando tus vivencias, solo para saber que al fin...al fin, eres feliz.
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